martes, 3 de noviembre de 2009

Las honduras de Honduras y los medios argentinos


Antiguas tradiciones hispánicas cuentan que Cristóbal Colón asistió, durante su último viaje, a una misa celebrada en el actual territorio hondureño —hasta entonces llamado Guaymuras— y que, al partir en su nave, puso proa hacia el este. Muy pronto fue castigado por un fuerte ciclón de los que suelen azotar aquella región en la segunda mitad de cada año, y la nave estuvo a punto de zozobrar, pero, finalmente, el temporal amainó sin haber causado mayores daños. El descubridor de América exclamó entonces: «Gracias a Dios que hemos escapado de aquellas honduras», frase que consagró el nombre Honduras para aquel territorio.

Hoy, como todos sabemos, Honduras atraviesa una de las peores tempestades: el golpe de Estado cívico-militar que depuso al presidente constitucional Manuel Zelaya. Ya se ha dicho mucho sobre el tema, pero no todos decimos lo mismo, y podemos destacar dos ópticas diferentes.

Una, que pide la restitución de "Mel" Zelaya. De este lado, debemos nombrar en primer término, por su protagonismo, a los gobiernos constitucionales de América Latina con Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador a la cabeza.
Pero es interesante la diversidad de tratamientos de la cuestión, que uno puede encontrar en ese profundo mar de los medios de comunicación argentinos.
Sin duda, existen medios comprometidos con la democracia, que en sus líneas editoriales, cuestionan el golpe o directamente se pronuncian a favor de la vuelta de Zelaya. Podemos mencionar entre ellos al canal público (canal 7), a los periódicos Página 12 y Crítica de la Argentina, como así también a muchos periodistas en distintos medios privados, que no hace falta nombrar en forma particular. Por supuesto, los llamados medios de información alternativa mantienen esta postura, algo acorde a sus luchas y reivindicaciones históricas, como a su propia naturaleza ideológica.

Del otro lado, están aquellos que llaman en sus títulos "presidente" al golpista Roberto Micheletti. De esta manera, justifican, o por lo menos tienen algún grado de complicidad por omisión, con su accionar. Los canales C5N, América 24 y TN son evidentes ejemplos. También encontramos en este barco los periódicos La Nación y Clarín. No casualmente, la mayoría de estos medios, pertenecen a grandes conglomerados mediáticos.
La peligrosidad de este tipo de monopolios es evidente en un tema como el golpe en Honduras, de tanta relevancia para la vida democrática de la región. Ya hemos comprobado, con los condenables intentos golpistas en Venezuela y Bolivia, que los monopolios mediáticos, cuando están en la misma sintonía que el establisment, son capaces de cualquier cosa, incluso de utilizar sus recursos para mentir descaradamente o apoyar acciones tan retrógradas y regresivas como un golpe de Estado.
Un viento de esa naturaleza, soplando con toda la fuerza mediática para el lado que desee, puede hacer que las honduras de Honduras, no sean tan sólo un fenómeno lejano y distante.

Para concluir, es oportuno remitirnos a la importancia capital que tiene la efectiva aplicación de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, que como un bálsamo democrático para el espacio radioeléctrico de nuestro país, podría llegar a evitar futuras honduras en Argentina.

Adrian Pietryszyn es Politólogo


Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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