viernes, 29 de enero de 2010

.. y Nito, de qué nos disfrazamos ahora?

Ya se fue Redrado. Intenta justificar que con su resistencia pretendía cuidar los ahorros de los argentinos. Ya está, ahora que voten el traidor de Cobos, el aprendiz de brujo Prat Gay, y el compañerazo Marconato; así la presidenta y la Argentina se sacan de encima a Héctor Pérez / Martín Redrado.

Y después vamos al Congreso, cuando se inicien las sesiones en marzo, y sino cuando Cristina lo disponga. Veremos cómo se acomoda el porotero, hay que tener en claro con que la votación en una sola de las Cámaras sea positiva, estará respaldado el Fondo del Bicentenario. Después se discutirá en qué se gastan las partidas liberadas con esta decisión política. Ojalá sea como anunció el ex presidente Néstor Kirchner; en la inversión de la obra pública, en el aumento de los jubilados y de las asignaciones universales.
A pesar de todo, la gorilada de la restauración conservadora volverá a las andadas; sabe que si los pronósticos de crecimiento y consolidación de la economía en el país, se les hará cuesta arriba enfrentar al Frente para la Victoria, más cuando se despedacen ellos mismos por la candidatura.

Por sí acaso, para que sigamos teniendo buena memoria, la pregunta de hoy sería: Nito Artaza qué votará? No creemos por el capital concentrado que ya se le quedó una vez con sus dólares...

jueves, 28 de enero de 2010

CFK y las propiedades del cerdo

[Página 12] En una aparición pública muy comentada, la presidenta Cristina Kirchner anunció un acuerdo entre la Oncca y la Asociación de Criadores de Cerdos haciendo un largo detalle sobre algunas inesperadas y poco difundidas propiedades de la carne porcina: "La ingesta de cerdo mejora la actividad sexual", bromeó la Presidenta sobre algo que acaba de sostener el representante de los Criadores de Cerdo. "Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra", se rió Cristina, que confesó que desconocía esas propiedades de la dieta porcina. "No es un dato menor", aseguró. La Presidenta también se declaró "fanática" de la carne de cerdo ("no sólo la carne, sino el cuerito hecho galletita, algo riquísimo, impresionante") y aclaró: "No lo digo por quedar bien ni tampoco para hacerme propaganda ni nada". Para cerrar, Cristina confesó que el último fin de semana que pasó con Néstor Kirchner en El Calafate comieron en lugar del tradicional corderito, un cerdito. "Estuvo todo muy bien el fin de semana, así que puede ser que tenga razón" acerca de sus propiedades, remató.

Estas nuevas declaraciones de nuestra presidenta seguro traerán respuestas, y quizás, sean, como siempre, de la ortodoxia conservadora. Aludir a que las propiedades del cerdo tienen facultades que activan la relación sexual, a modo del supletorio viagra, generará resquemores entre los pacatos y moralistas. Seguramente más de uno aludirá que la presidenta es una irresponsable, porque anda recomendando, dada su experiencia personal, alimentarse con cerdo para reponer la libido. Dirán que es de mal gusto que una presidenta la haya pasado "muy bien" (entiéndase, haciendo el amor) el fin de semana con su esposo, también odiado por los fundamentalistas de las buenas costumbres, aunque hayan pactado tiempo atrás con lo más espúreo de los poderes fascistas.

Hay muchos trabajos interesantes que podrían ayudarnos a resaltar esta alusión que hizo Cristina que, como deja sentado en el comentario, todavía disfruta su sexualidad; por caso podríamos recomendar "El erotismo" de Bataille, "La historia de la sexualidad" de Foucault, entre otros. También hay otros textos que nos aconsejarían cómo interpretar las quejas y las diatribas de baja estofa que repetirán una y otra vez las recalcitrantes conductoras de los programas de los monopolios mediáticos que, por sus semblantes y comportamientos, muchas de ellas, pareciera que se encuentran tan desencantadas de la vida que deben devenir en histeria cotidiana.

Seguramente caracúlicas y espantajos, como "Lilita" Carrió o Patricia Bullrich, no tardarán en replicar de modo furibundo el sinceramiento y la confesión de nuestra presidenta que todavía goza, desea y siente placer. Para no andar con eufemismos, y con todo el respeto que nos merece uno de nuestros mejores cuadros políticos, lo decimos con orgullo, a boca de jarro, para que se alarmen los pulcros altruistas de la masturbación culposa, nuestra presidenta fornica, nuestra presidenta "coje", se lo curte al Néstor.
Los crispados son los oscurantistas que hacen y han hecho realidad sus fantasías non sanctas a escondidas, como cuando violaban a nuestras compañeras en la dictadura con la benevolencia de la iglesia. Entonces, a los remisos del celibato y de los traumas irresueltos le dedicamos este polvo sureño, argentino y peronista, para que la sigan "chupando".

miércoles, 27 de enero de 2010

CFK

"No he llegado a Presidenta para caerles simpática a los poderosos, he llegado a presidenta para reparar, para restituir, para devolver, para volver a hacer justicia...".

"Ya sabemos quiénes son los que se oponen a que la Argentina tenga trabajo y producción, son los mismos de siempre que cada vez que la Argentina puede surgir están ahí y aparecen para oponerse. Ya sabemos que los que no supieron gobernar tampoco saben ser oposición y sólo ponen palos en la rueda, por eso les digo que dejen de hacer slogans electorales y vayan a los hechos puntuales".

"Quieren que nos endeudemos para tenernos acogotados con un collar y poder imponernos una política de hambre. Son los mismos que en la década de los '90 llamaban gasto fiscal a las inversiones en gasto social, educación, jubilados y en obras de infraestructura. Siempre se sentaron ellos a negociar y cada vez que se sentaban perdíamos. Cuando nos sentamos nosotros, en 2005, fue la primera vez que la Argentina ganó en una negociación con la deuda externa".

martes, 26 de enero de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

domingo, 24 de enero de 2010

Y Kirchner habló

[Movimiento Evita - La Pampa] No sólo el compañero Kirchner habló, sino que hizo un balance de sus acciones de gobierno y las dificultades que tuvo que enfrentar al hacerse cargo del ejecutivo con nada más el 22% de los votos. Además fue aclarando punto por punto cada uno de los temas que iban articulándose en la mesa como en los tapes del programa 6 7 8 de la Televisión Pública.

Mientras se explayaba y explicaba algunos de los hechos puntuales de los aprietes y las negociaciones que le propusieron los grupos corporativos, también fue poniéndole el cascabel al gato, remarcando con justeza los hechos históricos en los que participó y por qué tuvo que operar de una u otra manera.

Volvió a reconocer a quiénes están desestabilizando a la Argentina, y lo dijo mirando de frente a la gente, con nombres y apellidos: Magnetto, Cobos, Redrado, el Grupo Clarín, el Partido Judicial. Y no sólo les enrostró las canalladas que le hacen a nuestra presidenta Cristina Fernández, sino que los desafió a debate público, a toda la oposición.

En el 2003 este compañero llegó al poder para recomponer a la Patria (y lo escribo sin el sesgo oportunista y maquiavélico de la derecha argentina), y con su proyecto nos sacó del infierno. En esa etapa aceptó que hubo aciertos y errores, incluso que no tuvo el coraje de tomar algunas determinaciones puntuales. Resaltó otra vez el proceso de cambio y profundización que conduce Cristina. Y una vez más convocó a los dirigentes y militantes de la centroizquierda para que se sumen a un proyecto colectivo e inclusivo.

Los peronistas debemos sentirnos orgullosos de tener estos cuadros políticos que, con convicciones, coherencia, compromiso y alegría, enfrentan tanto a los intereses del capital concentrado, como a los traidores de Cobos y Redrado que se han sumado a la movida destituyente diseñada por el CEO del multimedio Clarín.

Causa estupor que en los diarios nacionales se siga dudando de la toma de posición de los senadores pampeanos. Página 12 ha vuelto a destacar el protagonismo que podrían tener tanto Verna como Higonet; lo resalta Mario Wainfeld en el artículo "El Fondo, las formas, los jugadores": "El resultado final es un arcano, es bien factible que la negativa prime en Diputados, en la Cámara alta el porotómetro está cabeza a cabeza. Ambos sectores tienen un núcleo firme de lealtades, insuficiente para hacer mayoría. Los senadores flotantes, varios de ellos con bandera de conveniencia, serán decisivos. Los justicialistas pampeanos Carlos Verna y María de los Angeles Higonet son un ejemplo consabido, para nada exclusivo."
Hace algunas semanas las organizaciones sociales advertíamos sobre ese confuso posicionamiento; y esta nota publicada ("con la virtual deserción de los dos legisladores pampeanos del Frente para la Victoria, oficialismo y oposición estarán casi en situación de empate...") en el mismo periódico confirma las sospechas. En consecuencia, si se suman al voto no positivo, se confirmará una vez por todas la pertenencia a la elite de los grandes negocios, es decir, no es ni ha sido la política para el vernismo el lugar para hacer por el bien común, sino la herramienta para los business con altos beneficios personales. Sin embargo, tendrán que bancarse ante tamaña decisión el repudio del pueblo peronista pampeano.
Es hora de jugarse, muchachos/as, diría el General.

sábado, 23 de enero de 2010

viernes, 22 de enero de 2010

"Debemos buscar una revolución mediática"


Cristiano Navarro, Igor Ojeda, Nilton Viana y Tatiana Merlino*/ Brasil de Fato

El silencio es, paradójicamente, uno de los principales mecanismos adoptados por los medios de comunicación para manipular los hechos. Si una historia no interesa a los dueños de los medios – y, consecuentemente, a los dueños del mundo – ella simplemente no es publicada o transmitida. Esta denuncia es hecha por el periodista español Pascual Serrano, fundador de la página alternativa Rebelión y autor del libro "Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo", lanzado a mediados del año pasado.

"Si contaran muchas mentiras, perderán su credibilidad, perderían su eficacia como mecanismo de formación de opinión", dice, en un diálogo en la Escuela Nacional Florestan Fernandes, en Guararema (SP). Por tanto, según él, los medios, además de ignorar selectivamente ciertos hechos, echan mano de otros expedientes, como la descontextualización y el lenguaje sesgado. Para Serrano, sólo hay un modo de que la izquierda pueda defenderse de tamañas manipulaciones. Crear sus propios medios, en lugar de quedarse esperando por pequeños espacios en los grandes medios de comunicación.
Brasil de Fato – Usted tiene un libro llamado "Desinformación. Como los medios ocultan el mundo". ¿Cuáles son los principales mecanismos que los medios utilizan para ocultar el mundo?

Yo dividiría en dos mecanismos. Por un lado, los estructurales, es decir, los mecanismos cotidianos de funcionamiento de la prensa que, por su modelo de trabajo son incompatibles con la explicación del mundo. Fundamentalmente, sería la falta de antecedentes sobre un contexto para entender una situación compleja, la dinámica de la televisión – que, con su ritmo trepidante, impide comprender, sobre todo cuestiones complejas – y el culto al sensacionalismo de la imagen – que sucede mucho en la televisión. Esto impide profundizar las cuestiones y enviar un mensaje complejo. Por ejemplo, cuando usted quiere dar un sentido simple – de que Irán tiene la bomba atómica o que Chávez es un dictador – eso se puede decir en pocas palabras. Pero si usted quiere explicar que la política de EE.UU. está causando un genocidio en Afganistán, esto requiere una explicación más compleja.

Otra situación es cuando hay un consenso y un plan premeditado por parte de los grandes medios de comunicación para enviar un mensaje específico. Eso incluye el estigmatizar o criminalizar a los líderes políticos que no son del gusto del establishment mundial, hasta criminalizar a los movimientos sociales, colectivos o causas. Atentan para el hecho de que el mecanismo no es sólo una mentira, que esa existe, pero no es la más común. Porque ellos saben que su carta principal es la credibilidad. Si contaran muchas mentiras, perderían su credibilidad, perderían su eficacia como mecanismo de formación de la opinión. Es decir, el plan es más refinado: se utiliza el silenciamiento de las noticias que no les gusta. Por ejemplo, la Misión Milagro, que se celebró en una alianza entre Venezuela y Cuba, que hizo que un millón de personas de orígenes humildes en América Latina y el Caribe consiguiesen recuperar su vista, es noticia, parece obviamente relevante, pero eso es silenciado. Por otra parte, también juegan con el marco, con el enfoque de la noticia, en busca de elementos dentro de un contexto que lleven a una tesis, y no a otra. Y lo que queda claro en el libro es que el modelo cambia de una región a otra, de un tema a otro. Por ejemplo, en el conflicto palestino-israelí, el problema es la falta de contexto. Nadie en este momento parece saber decir el origen de este conflicto, aunque este tema estaba presente cada día en las noticias. Utilizan el lenguaje como un método de manipulación, de manera que sistemáticamente llaman de terroristas a los palestinos. Llaman secuestrados a los soldados israelíes capturados. Llaman de detenidos a los civiles palestinos que son secuestrados por el ejército israelí.

En África, por ejemplo, se aplica el silenciamiento, o se presenta los conflictos como cuestiones tribales, en lugar de mostrar los intereses de las empresas y poderes coloniales como Francia y EE.UU. Y en América Latina, utilizan la estigmatización y criminalización constante de líderes como Hugo Chávez, Evo Morales o Fidel Castro. En el caso de Venezuela, es curioso, porque presentan como escándalos noticias que se presentan como normales en otros países. Reivindican como escándalo la no renovación de una concesión de televisión cuyo plazo terminó y el cambio de la zona horaria. Hay otra pauta habitual en relación con América Latina, a través de la cual el presidente o líder político siempre se presentan en medio de una imagen de crisis, desestabilización y caos. Esto hace que, en Europa, todo el mundo conozca los nombres de los presidentes de Bolivia y Venezuela, pero no sabe el nombre del Presidente de Perú o México. Incluso si usted le pregunta quien habría sido otro presidente de Bolivia y Venezuela no puede decir. Y en los últimos años, Evo Morales y Hugo Chávez, todo el mundo sabe quién es.

¿Cuáles fueron los métodos utilizados para hacer el libro, cómo fue la investigación?

El libro nació un poco de mi experiencia como director de Telesur, donde me di cuenta que todo lo que proviene de agencias de noticias, e incluso los hábitos de los jóvenes periodistas, impiden explicar en profundidad lo que está ocurriendo en el mundo. Entonces, reflexioné sobre cómo explicar el mundo con suficiente complejidad en la televisión. Todo lo que quise hacer en Telesur, a menudo no es posible hacer en una televisión por imperativos técnicos, económicos, logísticos o de imagen. Así que empecé a entrevistar a expertos y periodistas que considero autores de confianza y que conocen a profundidad diferentes regiones – por ejemplo, sobre Afganistán, Congo, Cuba, China. En fin, pregunté a estos expertos sobre la zona que conocían. Pregunté si lo que está en la prensa se ajusta a lo que sucede. Ellos, por supuesto, opinaron y mostraron cómo ciertas situaciones no se ajustan a lo que se cuenta en los medios de comunicación. He hablado con las organizaciones de derechos humanos que están en algunos lugares. He buscado a los analistas que trabajan con los medios de comunicación, observatorios de los medios de comunicación, expertos en el seguimiento de noticias en la comunidad académica. He hablado con los medios alternativos no están tan influenciados por intereses publicitarios o de grupos económicos empresariales.

¿Crees que hay una especie de plan establecido entre los distintos medios para desinformar o las cosas suceden de forma más natural y automática, como una especie de acción de la prensa que se va estableciéndose?

No es un plan elaborado, pero parte de la evolución espontánea de los mecanismos de funcionamiento de los medios de comunicación. Siguiendo la idea: los medios de comunicación son propiedad de grandes grupos empresariales. Los intereses económicos de grandes empresas multinacionales piden grandes inversiones en publicidad. Políticos liberales que no gustan de políticas progresistas reaccionan en conjunto con estos actores. Es decir, así se forma un consenso para satanizar a Hugo Chávez o para satanizar o criminalizar a la Revolución Cubana. La gran prensa no se reúne para decir "¿cómo vamos aatacar a Cuba o a Chávez?". Los intereses de estos grupos económicos es que van actuar en consenso, sin necesidad de coordinarse entre sí.

Un claro ejemplo son los países de América Latina que pasan por reformas en las leyes de la comunicación. La reacción de los grandes medios de comunicación en Venezuela, Argentina y Ecuador fue el mismo. Gobiernos que inician procesos de democratización de los medios de comunicación, dando paso a los movimientos sociales, medios de comunicación independientes y la prensa libre, encuentran una sistemática oposición de grupos mediáticos españoles, bolivianos, argentinos y ecuatorianos. Y si mañana hubiera una iniciativa como ésta en Brasil, será igual. Pero si por un lado no hay un plan, por el otro existe una articulación de los medios, por ejemplo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) o la ONG Reporteros sin fronteras.

¿Cómo es esta articulación?

Sí, ellos tienen mecanismos de combate común. Y es bueno descifrar cómo funcionan y cómo ellos no tienen ninguna legitimidad o representatividad. Por ejemplo, cuando se habla de la Sociedad Interamericana de Prensa, no debemos cansarnos de explicar que se trata de una asociación patronal. Que defiende a las empresas y no representa ninguna libertad de expresión. Es como si las empresas que construyen carreteras hablasen de la falta de libertad de movimiento porque están impedidas de construir una carretera en la Amazonía. No, la libertad de movimiento es diferente de la construir carreteras. Por otra parte, tenemos que aclarar que cuando las empresas hablan de la libertad de expresión, están reivindicando su derecho a la censura. En otras palabras, quieren continuar con su derecho a mantener el oligopolio y el control de la información. Decir lo que puede ir o no a la pantalla y llegar al público. Reporteros Sin Fronteras es algo similar. Ha denunciado sobre los periodistas muertos en Irak, pero cambia de reacción cuando se habla de Colombia. Hace poco hice una entrevista con un periodista colombiano que dijo que una vez le preguntó a un representante de Reporteros sin Fronteras cómo él consideraba la libertad de expresión en Colombia. Él respondió: "Sí, es cierto que nos matan, pero en Colombia hay libertad de expresión"!

¿Cuáles son los países donde la desinformación es más grande? ¿En qué país los medios de comunicación está más concentrada?

Creo que el país más desinformado es los EE.UU., teniendo en cuenta la cantidad de recursos que el gobierno de EE.UU. tiene para infiltrar analistas, comprar periodistas, presionar la línea informativa a sus intereses. Además, los lobbies de las empresas, como las de armas, sobre contenidos periodísticos, se hicieron evidentes en la guerra de Irak. En algunos países, las denuncias de que no había armas de destrucción masiva o que se trataba de una invasión ilegal al país del Oriente Medio tuvieron una cierta aceptación. En los EE.UU., datos de analistas e informaciones mostraron que la desinformación publicada acerca de la invasión estaba totalmente a favor de la intervención. Al punto en que el 51% de los americanos creía que Saddam Hussein estuvo personalmente implicado en los atentados del 11 de septiembre. Esto muestra claramente que fueron engañados. Pero creo que el país donde la desinformación llevó al enloquecimiento manipulador de una forma más violenta y radical es Venezuela. El libro cuenta ejemplos impresionantes. No sólo cómo los medios de comunicación venezolanos trataban a Chávez, sino cómo las informaciones llegaban a otros países. Recuerdo una manifestación en favor de Chávez, cómo la televisión, en vivo, para mostrar que había pocas personas filmaron a dos kilómetros de donde estaba aconteciendo el acto. O mostraban y volvían a pasar a otros países imágenes de oposición a Chávez con imágenes grabadas hace años!

¿Cómo es posible para contrarrestar este poder?

En la actualidad, el principal mecanismo de combate que el capital y la burguesía poseen contra los gobiernos progresistas ni siquiera es la amenaza de un golpe militar, son los medios de comunicación. Ya lograron cosas que ninguna empresa y ningún gobierno consiguieron. Mayor impunidad, menos control por parte de la legislación. Creo que los gobiernos progresistas han reaccionado demasiado tarde. Evo Morales o Lula pasaron años reclamando que los medios de comunicación no dejaban de atacarle y agredirlos. Sólo reclamar me parece una política ineficaz. Si un gobierno progresista es atacado, lo que tiene que hacer es desarrollar políticas públicas para evitar esto. Es como en la educación: si no hay escuelas para todos los niños, los gobiernos no deben venir a quejarse, deberían construir escuelas. Y estos gobiernos deben crear políticas públicas para la democratización de la comunicación. Pero estos medios de comunicación públicos y comunitarios no pueden convertirse en medios de gobierno, presidentes y partidos. Deben ser participativos, democráticos y deben estar bajo el control de los ciudadanos. Estos puntos son esenciales y están desarrollándose lentamente, pero con pasos firmes. Venezuela está a la vanguardia del desarrollo de medios comunitarios y públicos, por delante de Europa.

¿Cree usted que la izquierda, en general, se ha dado cuenta de la importancia de los medios de comunicación como un mecanismo de resistencia a la dominación de las elites?

La izquierda se ha dado cuenta, ella es consciente de que tiene grandes enemigos en los medios de comunicación, pero no saben qué hacer. Durante muchos años, la izquierda pensaba que debía pactar con los grandes medios de comunicación. Organizando entrevistas colectivas, pasando las informaciones, dando subsidio fiscal. Así pues, creían en un acuerdo con el capital, pensando que él lo podría dejar gobernar. La izquierda tradicional, ya sea en los gobiernos progresistas o de los partidos políticos necesita comprender que no hay acuerdo posible. Los grandes medios de comunicación sólo hipotecan espacios, pero no dejan que nada se mueva. Lo que debemos buscar es una revolución mediática. Pues el dilema de los medios de comunicación es el mismo dilema que hay en otros sectores. Entonces no hay un acuerdo con el latifundista, porque él nunca va a querer perder el latifundio, ni de la tierra, ni de los medios de comunicación. ¿Porqué son empresas de comunicación y por detrás de ellas hay grupos de empresarios y un modelo económico.

¿Cómo es el panorama de la prensa de izquierda en España?

Es deprimente. México tiene un excelente periódico, que es La Jornada. En Brasil, ustedes tienen Brasil de Fato, que es una hermosa experiencia de coordinación de los movimientos sociales para tener una publicación, lo que es muy difícil. En Italia, todavía existe Il Manifiesto y otros relacionados a la izquierda. Pero no en España.


* De la revista Caros Amigos

¿Quién es Pascual Serrano?
Nacido en Valencia (España) en 1964, Pascual Serrano, fundó en 1996, junto con un grupo de periodistas, la página Rebelión (www.rebelion.org). De 2006 a 2007, Serrano fue asesor editorial de Telesur. Hoy en día, trabaja con publicaciones españolas y de América Latina y mensualmente, con Le Monde Diplomatique. Entre sus libros sobre política y comunicación, se destacan: “Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo", 2009; "Perlas 2. Patrañas, disparates y trapacerías en los medios de comunicación", de 2007, y #Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra".


Versión castellana:
http://muticom.org/es/blog/3382/debemos-buscar-una-revolucion-mediatica/

Versión original en portugués:

Haití, primera ocupación militar del poder "inteligente”


Estados Unidos se ha aprovechado de la más reciente tragedia haitiana para implantarse militarmente en el país caribeño por largo tiempo. Así se veía venir desde que Washington anunció el envío de una magnitud de medios bélicos a la sufrida nación más propios de una invasión armada que de una operación humanitaria. Subrayando las tácticas del poder inteligente en la era de Obama el ablandamiento artillero –por ahora- lo hace la televisión, que pasa imágenes dantescas del sufrimiento de los haitianos, separándolas de su contexto social y político, como si no se debieran principalmente a una historia de despojo y atropello imperial de siglos. Las imágenes no hacen más que sacar a flote un cuadro humano apocalíptico que, aunque ahora agravado, ya existía antes del sismo.

Mientras las terribles tomas televisivas movilizan una ola de solidaridad internacional nunca vista la ocupación militar marcha viento en popa disfrazada de acción de socorro. Han llegado a Haití el súper portaviones Carl Vinson y su grupo de batalla, incluidos tres buques de desembarco anfibio y dos navíos lanzamisiles, barcos y helicópteros de la Guardia Costera, una unidad de elite de 2000 "marines", 3 500 soldados de la 82 División Aerotransportada -la misma que actuó en las invasiones de República Dominicana, Granada y Panamá-; en fin, según anuncia el Pentágono están por arribar entre 9000 y 10 000 militares de Estados Unidos. El aeropuerto y el tráfico aéreo están bajo el control de su Fuerza Aérea y sus militares han desplazado a un segundo plano a las fuerzas de Naciones Unidas, a cuyo comando no se subordinan. Surgen protestas de Francia, Brasil, Venezuela y la Caricom, cuyos aviones no reciben permiso de aterrizaje de los yanquis. El formidable despliegue bélico está lejos de ser temporal, ha llegado para quedarse como lo confirman las gráficas declaraciones de la señora Clinton en su visita a Haití y las del vocero del Departamento de Estado Philip Crowley: "vamos a permanecer allí a largo plazo…", e igualmente las del general Douglas Frazer, jefe del Comando Sur, a cargo de la "ayuda", extensamente reproducidas por el académico canadiense y experto en geoestrategia Michell Chossudovsky en su artículo "La militarización de la ayuda de emergencia a Haití: ¿es una operación humanitaria o una invasión?", publicado en el sitio web Global Research.

Chossudovsky afirma que "esta renovada presencia militar estadunidense en Haití será utilizada para establecer un punto de apoyo en el país y también persigue los objetivos estratégicos y geopolíticos de Estados Unidos en la Cuenca del Caribe, que están en gran medida dirigidos contra Cuba y Venezuela". Cuba ha mantenido una brigada médica en el país caribeño durante once años, que en el momento del terremoto atendía pacientes en 227 de las 237 comunas, apoyada con recursos de alta tecnología aportados por Venezuela. En universidades cubanas se han formado 548 médicos haitianos; con sus colegas cubanos hacen una fuerza de unos mil integrantes, que ahora realiza su labor principalmente en Puerto Príncipe. Mientras el cuello de botella en el aeropuerto no permite que llegue la ayuda los hospitales de campaña cubanos han atendido a cientos de haitianos y operado decenas. Cuba desarrolla otros programas de cooperación, también sin costo alguno para Haití, entre ellos uno de alfabetización. Venezuela le suministra petróleo en condiciones muy favorables a través de Petrocaribe basándose en los principios de solidaridad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América(Alba).

Esto es lo que molesta a Estados Unidos, que ha sido incapaz de otra cosa en Haití que de saquearlo inmisericordemente apoyándose en sucesivas intervenciones militares desde principios del siglo XX. Al igual que en Honduras, Washington busca yugular allí acciones como las de Cuba y Venezuela que permitan a sus habitantes ponerse por sí mismos sobre sus pies.

Haití fue el primer gran faro revolucionario de la libertad del mundo colonial, ocupó en el siglo XIX el lugar que tocó a Cuba en el XX. Las viejas potencias coloniales y Estados Unidos le han estado haciendo pagar la osadía de su gran revolución social, la primera antiesclavista triunfante de la historia, precursora de la independencia de América Latina.

Washington no va a hacer nada por la libertad y el bienestar de los haitianos. Vivir para ver.

Peronismo cordobés en el Proyecto Nacional

A todas las Organizaciones y militantes del Proyecto Nacional y Popular

Ninguna asonada contra los gobiernos democráticamente elegidos en nuestro país ni en otro de nuestro continente, fue encarada sin el consentimiento, el apoyo, la provisión de víveres e incluso garantía de la retirada en caso de fracaso, de parte de la embajada de los Estados Unidos.

El 15 de Diciembre cuando el Virrey norteamericano Valenzuela lanzó sus criticas a la seguridad jurídica de la Republica Argentina, y se reunió con un selecto grupo de opositores al gobierno nacional (sólo Francisco de Narváez, Mauricio Macri y Julio Cobos), dió la aprobación, la señal de largada y seguramente las instrucciones para al nuevo intento golpista en nuestro país.

La conspiración ya está declarada y denunciada por el propio Néstor Kirchner en la entrevista que recientemente le hiciera Horacio Verbitsky, y por la presidenta en sus últimas apariciones públicas. Los conspiradores también están identificados. La renuncia al viaje a China muestra claramente que la el gobierno nacional ha tomado plena conciencia de que el golpe está en marcha.

No debemos perder más tiempo debatiendo sobre esto entre nosotros, aunque debemos discutirlo con los sectores del campo popular que aun no logran ver esta situación, como ocurrió ante la 125, donde para justificar sus votos No Positivos, manifestaban que el movimiento destituyente que tan claramente desnudara Carta Abierta en esos momentos de confusión, era un invento y una maniobra de Néstor Kirchner para juntar adeptos.

Ahora ya no podemos tener más dudas sobre esto y no tenemos que demorarnos en reaccionar. Debemos comenzar a obrar sobre la certeza de que el golpe está ocurriendo y que no se trata solo de la reacción al Juicio de la Esma como anticipó Kirchner que ocurriría.

Han apurado la definición por el temor a la enorme capacidad de recuperación demostrada por el gobierno a los golpes asestados con la 125, con las elecciones del 28 de Junio y con la repartija de cargos colegiada en Diputados el 3 de Diciembre, y por la visualización de la incapacidad de estructurar una oposición unificada ya que su cohesión es inversamente proporcional al tiempo que falte para la definición de las candidaturas.

En el bunker golpista saben (ellos mismos pronostican un crecimiento del PBI superior al 3% para el 2010), que la recuperación económica mundial generará condiciones favorables al desarrollo de la economía en nuestro país y que eso redundará en un mayor apoyo social al gobierno, que en realidad solo precisa juntar 8 puntos en dos años para ganar sin balotage.

Por ello su desesperación contra el Fondo del Bicentenario, al punto de hacer jugar a Pérez Redrado, quien hasta ahora aplaudió el pago de deuda con reservas, y tener que mostrar ya desembozada la genuflexión de la justicia procesista, para generar el embate que estamos viviendo.

Son conscientes de que en una economía que crece, el superávit fiscal aumenta y ello le da mas margen al gobierno para la acción social de fondo y si encima puede manejar la deuda sin recurrir a los ingresos corrientes, mas margen de maniobra tiene, en un año decisivo para las elecciones del 2011, sobre todo en la relación con los gobiernos provinciales.

Otro tema que los esta apurando es el desgaste de los medios adictos que van perdiendo eficacia a medida que van sobresaturando a la gente, que el gobierno mejora su estrategia comunicacional y que por otro lado, fomentados por la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual, comienzan a aparecer medios independientes, de los sectores populares, de los gremios, de cualquier tipo, que en definitiva van restando audiencia a la maquinaria mediática golpista.

Y seguramente también apuran los condenados en los juicios de lesa humanidad y sus entornos, que ven estas movidas como el fin de sus pesares; la Sra. Herrera de Noble, que se impacienta por el avance de la definición de la identidad de sus hijos apropiados; los mismos fondos buitres que saben que con garantía real los bonos suben y el gobierno puede negociar mejor, y por fin, los miserables mercenarios de la política que se están probando la banda presidencial para tener el privilegio de quedarse con los réditos que produce volver a fundir el país.

Los verdaderos directores de la orquesta saben por otro lado que la oposición es muy difícil que se aglutine llegado el momento de las definiciones de candidaturas electorales y prefieren la tesis del reemplazo de Cristina lo antes posible para que asuma Cobos Iscariote a fin de implementar los trazos principales de las políticas económicas neoliberales que la salida de la crisis de los países centrales requiere; la salida de UNASUR, el rompimiento con los gobiernos populares de América Latina; el encolumnamiento con Uribe, Alan García, Piñera, Micheletti, etc.

Y después ya les importa poco quien venga. Lo ocurrido en Honduras, la acción disgregadora en Bolivia, el golpe blando que están intentado en Paraguay, y lo que nunca dejaron de hacer en Venezuela, señala a las claras que esto viene en serio y que no se van a andar con chiquitas.

No hay que descartar, porque ellos no lo descartan, la posibilidad de atentar contra la misma vida de la presidenta, lo que les resolvería de plano la situación, ya que tienen el reemplazo servido.

Ante este cuadro tenemos que analizar algunas cuestiones que son importantes:


  1. Hay que plantear con gran firmeza e insistencia a nuestra dirigencia política, gremial, cultural etc, la constitución de un verdadero comité de defensa de la democracia a niveles nacional, provincial y local en cada pueblo o ciudad. Y si no lo hacemos con los dirigentes a la cabeza, lo hagamos a la peruca nomás, porque esto que hay que defender no es del gobierno, de los diputados, etc. Es de la gente y del futuro. No permitamos otro 55 ni otro 76 donde la reacción logró arrastrar a los sectores medios urbanos, a fuerza de propaganda, en contra de sus propios intereses.

  2. No hay que responder a las artimañas de fragmentación que es una de las principales políticas de los planificadores de esta movida, tal cual lo intentaron en Bolivia. Hay que suavizar las críticas a los demás sectores del campo popular y en todo caso esforzarse en hacerles comprender lo que está pasando y poner el eje en la derecha. Tenemos que denunciar a los actores principales pero sin atacar a su base política y social que en realidad es más ficticia que real, ya que es promovida desde los medios y no desde una organización real de la partidocracia.

  3. Hay que hacer todo lo posible para contrarrestar a la prensa y a los medios, ya sea con panfletos, pintadas, internet, mensajitos etc, tratar de pasarle por encima a Clarín y al resto de la derecha mediática tratando en esta etapa de denunciar el Golpe lo mas masivamente posible, como para por lo menos lograr instalar la convicción social de su existencia.No podemos dudar más de si se vienen o no se vienen. Hay que pensar en función de que están ya avanzados en el trámite y solo la movilización masiva y profunda de la gente lo puede parar.

jueves, 21 de enero de 2010

"Los pueblos han decidido dignificarse y liberarse del imperialismo norteamericano"

Duhalde militarizado

[Movimiento Evita - La Pampa] La presidenta Cristina Fernández desistió de viajar a China y los improperios de la oposición no han dejado de repetirse por los mismos medios monopólicos de siempre, buscando desgastar una decisión soberana y que resguarda la institucionalidad argentina.

Ha quedado claro que Cobos Iscariote no es confiable y diez días son demasiado tiempo para un traidor que quiere ser presidente antes del 2011. Sin embargo la estrategia del mendocino, acicalado por el Grupo Clarín a través de la mano negra de Magnetto, refracta no sólo la especulación del vicepresidente sino su cobardía y falta de lealtad.

Hace un tiempo coincidieron Cobos, Menem, Duhalde y su esposa, en ciertas apreciaciones en cuanto a la "seguridad" y la utilización del ejército; y ayer el ex presidente (que se tuvo que ir, también, después del asesinato de los militantes Kosteki y Santillán) opinó desde El Salvador, poniendo énfasis en que se humilla a las Fuerzas Armadas con los juicios a los genocidas.

Debe señalarse la peligrosidad de esta lectura y afirmación, porque concilia posiciones con las manifestadas, en parte, por el ex ministro de Educación de CABA Abel Posse y la propuesta de amnistía de Diego Guelar con los "carniceros humanos". Porque esto socaba o pretende desmerecer la ejemplar decisión que se tomó de llevar a jucio a los culpables del terrorismo de Estado, además de responsabilizar por la depredación que efectuaron, sin inmutarse, a cada uno de los partícipes de secuestros, torturas, apropiación de bebés y vuelos de la muerte.

En las declaraciones Duhalde transparentó que no le importa la lucha que han llevado durante todos estos años las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Agrupación Hijos, y pareciera de que no quiere justicia por los 30.000 detenidos-desaparecidos. Con dicha postura queda evidenciada su alianza con la derecha y seguro que si continúa con el delirio presidenciable tendrá a su favor "la mejor policía del mundo".

El caso testigo es el golpe de Estado en Honduras, que se legitimó a través de un golpe blando, encubierto en una supuesta crisis institucional. Duhalde propone estas opciones después de reunirse en Norteamerica con Henry Kissinger, el padrino de las dictaduras latinoamericanas. No hay que analizar demasiado para comprender las implicancias, pues el hombre de Lomas de Zamora necesita de la pata militar para hacerse del poder, porque los votos le serán esquivos si se llegara a postular.

Hay que estar alerta y en estado de movilización permanente. No sea cosa de que nos suceda como al compañero Mel Zelaya.

miércoles, 20 de enero de 2010

martes, 19 de enero de 2010

En alerta y movilización!!!

Por un Fondo Patriótico para la redistribución de la riqueza

Desde el Movimiento Evita apoyamos la creación del Fondo del Bicentenario, que tiene por objeto lograr mejores condiciones de acceso al crédito, liberando al Estado Nacional de la amenaza de los fondos buitres, que pretenden que paguemos sumas siderales por papeles que no lo valen y que ellos compraron en cifras mínimas, y que además cuentan con la complicidad de funcionarios, dirigentes, empresarios multimediáticos y jueces argentinos. Esta decisión presidencial se encuadra claramente en la firme voluntad de desendeudamiento iniciada durante el gobierno de Néstor Kirchner y continuada por la actual gestión de Cristina Fernández de Kirchner.

Pero también creemos imprescindible avanzar en la creación de un Fondo Patriótico para la Redistribución de la Riqueza, y que por cada peso de deuda externa que se pague, se destine el mismo monto para saldar la deuda interna. Este Fondo Patriótico debe asignarse a dos de las políticas de inclusión social más importantes de este Gobierno, la asignación universal por hijo y la creación y fortalecimiento de las cooperativas de trabajo.

También creemos que es imperioso el juicio y castigo de los responsables de la Deuda Externa, porque como expresó el juez Ballesteros en su histórico fallo: "Ha quedado evidenciado en el trasuntar de la causa la manifiesta arbitrariedad con que se conducían los máximos responsables políticos y económicos de la Nación en aquellos períodos analizados. Así también se comportaron directivos y gerentes de determinadas empresas y organismos públicos y privados; no se tuvo reparos en incumplir la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina; se facilitó y promulgó la modificación de instrumentos legales a fin de prorrogar a favor de jueces extranjeros la jurisdicción de los tribunales nacionales; inexistentes resultaban los registros contables de la deuda externa; las empresas públicas, con el objeto de sostener una política económica, eran obligadas a endeudarse para obtener divisas que quedaban en el Banco Central, para luego ser volcadas al mercado de cambios; se ha advertido también la falta de control sobre la deuda contraída con avales del Estado por la empresas del Estado."

Por eso convocamos a la realización de un acto en el estadio de Atlanta el día 11 de marzo, a 27 años del triunfo electoral del "Tío" Cámpora. Para apoyar al Gobierno Popular, para profundizar el Proyecto Nacional, por un Fondo Patriótico para la Redistribución de la Riqueza y el Juicio y Castigo de los responsables de la Deuda Externa.

MOVIMIENTO EVITA

Mesa Nacional: Emilio Pérsico - Fernando Navarro - Gerardo Rico - Ernesto Paillalef - Raúl Lorenzo - Luis Cáceres

lunes, 18 de enero de 2010

Mónica Fein juega a dos puntas

Mónica Fein, presidenta del bloque de diputados del Partido Socialista: "Admiro a Bachelet y lamento este resultado porque la Concertación hizo muchas cosas muy importantes para Chile. Es un retroceso que los sectores que tienen tanto que ver con lo más retrógrado hayan ganado. Entiendo también que esto significa la madurez de un pueblo que puede elegir y que podrá, por la vía democrática, elegir nuevamente en un tiempo. La experiencia de la Concertación nos tiene que ayudar a pensar que los procesos son dinámicos, que los frentes políticos deben pensar en nuevos mecanismos para generar expectativas y representar a la población".

Lo trascripto es lo que declaraba esta diputada al Página 12 tras las elecciones en Chile. Qué interesante es observar las contradicciones de las llamadas fuerzas políticas progresistas en nuestro país; es decir, Mónica Fein declara sobre el retroceso que implica el triunfo de Piñera en Chile y resulta que acá está aliada con la restauración conservadora, forma parte de la nueva derecha argentina. Parece que no nos ponemos de acuerdo en el socialismo terrateniente; tienen una mirada estrábica, en su versión de la política exterior coinciden con Bachelet, y el Congreso de la Nación se asocian con el PRO de Maurizio Macri que nombró a Palacios, Chamorro, Abel Posse, quien tuvo el tupé de reivindicar el terrorismo de Estado, o a Diego Guelar que propone una anmistía para los genocidas.

Mónica Fein se habrá dado cuenta que comulga y tiene afinidad ideológica, aunque pretenda situarse en las antípodas criticando a la derecha fuera del país, con los retrógrados? Y si no tiene la capacidad de separar la paja del trigo, su actitud es "feín, feín"...

domingo, 17 de enero de 2010

UCR: Secretaría de Justicia y Derechos Humanos

[Movimiento Evita - La Pampa] Las grandes corporaciones mediáticas no publican ni comentan la reciprocidad que había entre los integrantes de la nueva alianza o restauración conservadora con los militares. Y muchos de estos civiles siguieron participando (y cobrando) en "política" después (y durante, también) del Golpe del 24 de marzo de 1976. Tienen la cara dura como bigornia; seguramente alentados por la impunidad de los dueños de Clarín y La Nación que pactaron también con el Proceso de Reorganización Nacional.

Se ha difundido profusamente el nombramiento de "Lilita" Carrió en la Justicia chaqueña, y su silencio durante la masacre de Margarita Belén.
También desde Córdoba los compañeros han informado de la trama de relaciones del senador Oscar Aguad, alias "el milico", con el genocida Benjamín Menéndez.

Más allá de los dislates a los que nos acostumbró Maurizio Macri durante el 2009, con el nombramiento en el Ministerio de Educación de Abel Posse -que reivindica el terrorismo de Estado-, o de convertir en embajadora cultural a Nelly Arrieta de Blaquier -dueña del Ingenio Ledesma donde desaparecieron 400 obreros-, o los exabruptos de Diego Guelar -que pretendía otorgarles una amnistía a los responsables del genocidio-; ahora mediante el poder de veto, que la oposición le quiere negar a la presidenta Cristina Fernández como herramienta política, terminó objetando leyes que tienen jurisdicción sobre los Derechos Humanos.

No se debe escarbar mucho para darnos cuenta por qué parte del radicalismo concilia acuerdos con la derecha, sólo hay que observar los vínculos con el pasado, encima muchos se sostienen en el presente. Que no haya ninguna duda de que la tríada desestabilizadora conformada por Magnetto, Cobos Iscariote y Redrado siga insistiendo y generando las condiciones para un golpe institucional como en Honduras. Además la desacertada frase que utilizó el Golden Boy "Ellos creen que me matan, yo creo que se suicidan", nos rememora la oscura y cínica figura de Neustadt anticipando la dictadura.

Y como parte de esa trama conspiradora que integra la UCR, es necesario conocer los antecedentes del ex senador radical por la provincia de Santa Cruz, Carlos Prades que, después de la renovación de las autoridades nacionales, fue nombrado como responsable de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del partido. Resulta paradójico el hecho porque Prades fue intendente de la localidad de Caleta Olivia durante la última dictadura.

Así se refería Prades, burócrata de "la banda de carniceros humanos", respecto del Proyecto Nacional y Popular conducido por Néstor Kirchner y Cristina Fernández: "Hay en marcha un proyecto perverso, hegemónico, que procura la suma del poder público para convertir impunemente a la patria en una mesa de negocios formidable y que tiene su núcleo en miles de millones de dólares en obra publica. Hay en marcha un modelo de despotismo absoluto en el cual los organismos de control no tendrán lugar o serán, como son, ocupados parientes de funcionarios. Hay en marcha un plan de subordinación incondicional del Parlamento Argentino y de ocupación política del Poder Judicial."

Por lo pronto parte de la Justicia es afín a sus objetivos destituyentes; sino observese la celeridad de la jueza Sarmiento; hija de un genocida y hermana de su defensor. Pero parece que muchos de estos funcionarios quieren olvidarse de su pasado y blanden hoy como bandera de lucha la defensa de la Constitución y la República.

Lo destituyente

Por Sandra Russo - Página 12

Como las cáscaras de una cebolla, una por una se fueron cayendo las máscaras desde que la Resolución 125 hizo chillar tractores y cacerolas. Esa lucha sí que fue una sola desde entonces, sostenida por otros intereses, mezclados, emparentados, amasijados, que se expresan en los medios monopólicos. ¿Será Cristina una presidenta que sale al cruce públicamente de un intento destituyente, será vista así? Todo indica que no. Que la derecha saldrá a decirle que exagera o es muy susceptible, y que buena parte de nuestra centroizquierda saldrá como hasta ahora, sin movimiento de mentón, a coincidir.
Ya uno no puede hacerse el que ve otra película. Estamos viendo la misma. Los que ven TN para “informarse” y los que ven TN para presenciar el gran espectáculo de la desinformación sistemática de un pueblo. El proceso se acelera y ya no se puede mirar para otro lado o instalar debates superpuestos que no rozan el debate urgente. Cierra el relato de la derecha: esto es un caos, los montoneros hacen trotscoleninismo, las señoras como Mirtha Legrand tienen miedo de hablar mal del Gobierno delante de mozos y mucamas, la institucionalidad corre tanto peligro que hay que romperla pronto, meterle un tajo como hicieron ya varias veces en democracia, abortar mandatos, sacárselos de encima. Lo que no cierra es el relato de un sector del centroizquierda según el cual el kirchnerismo simula ser progresista, cuando en realidad hay derecha afuera y adentro del kirchnerismo.
Ni “centroizquierda” designa a algo consustanciado y homogéneo, ni “progresismo” tampoco. Menos todavía, “derecha”. Que la hay dentro y fuera del kirchnerismo es cierto, pero no calibrar, no discernir, no dimensionar los biotipos de derecha y con esa retórica alejada de la verdad dar por respondidas todas las preguntas es por lo menos, a esta altura, estrábico. Yendo en camino de ser imperdonable. Los que probablemente no perdonen un retroceso como el que asoma sean los representados por esas corrientes políticas antikirchneristas que en carne propia volverán a experimentar los rigores monstruosos de la derecha con los más débiles. Tenemos a mano a Buenos Aires para saber qué hace la derecha cuando gobierna. Tenemos también el recuerdo del último gobierno radical.
Es hora de hablar y de pensar un poco más sensatamente. Si fuera posible, de deponer algunos egos en virtud del tamaño de lo que habría que defender. Salvo que se siga adherido a la idea de que cuanto peor, mejor, y en ese caso se esté dispuesto a que se pierdan nuevas generaciones de argentinos en las fauces del neoliberalismo que no cede en su pretensión hegemónica. Salvo que ninguno de los avances que, incluso traspasando las enormes contradicciones del poder, se han materializado en los últimos dos años, resulte de importancia. Salvo que la lucha sea más atractiva que la victoria.
¿Quién banca a la democracia? ¿A qué le llamamos democracia? ¿Qué forma y qué protagonistas tiene la democracia que en todo caso todos defendemos? ¿Nos fijaremos en los ejes comunes o elegiremos diferenciarnos para brillar en las ruinas? ¿Qué cálculos estratégicos hacemos? ¿Qué acumulación de fuerzas privilegiamos? ¿Hasta dónde dejamos avanzar este dislate? ¿Quiénes somos “nosotros”? ¿Qué conjuntos creamos para pechar la embestida? ¿Qué cosas nos importan realmente? ¿Qué motores políticos nos encienden? Y sobre todo, ¿contra quién, contra qué peleamos? De las respuestas a estas preguntas puede salir una resistencia con mayoría de edad, de gente grande, de pueblo grande. Si se miran las otras experiencias latinoamericanas exitosas, ninguna ha salido a flote sin un mínimo consenso interno de las fuerzas populares. El peronismo lo complica todo, ya lo sabemos. Pero estamos a años luz de que en este país se pueda producir un avance popular que lo excluya. Ya lo intentó la derecha, con la proscripción. El centroizquierda tiene que elaborarlo.
Aquel ánimo destituyente que denunció Carta Abierta hace ya mucho, y que fue desmentido puerilmente por periodistas que aunque cacareen progresismo tienen sus intereses personales atados a los grandes medios, nos sopla el oído.
Acá el problema son las mayorías, el problema es la ampliación de ciudadanía, el problema es que estamos en una región que de diversos modos mira este Bicentenario con ojos de un desafío que las clases dominantes no soportan. El problema es que las masas clientelares de siempre en todas partes encuentran grietas y ya no se trata de los desocupados de los ’90, sino de conciencias que piden su parte. Este Gobierno no satisface a muchos de esos sectores. Pero duele imaginar el destino de esos sectores, de los representados por esas dirigencias, si gana la restauración.
Tenemos un centroizquierda que no enfoca la trama que tiene delante de sus narices. Con la escena preparada para una destitución que, como en Honduras, busca su pata judicial, con un vicepresidente que opera como líder de una oposición inenarrablemente reaccionaria, con el vendaval de fondo de viejos servicios que vuelven a amenazar de muerte a militantes y periodistas no alineados en el discurso único mediático, por bandas de la noche que se sienten amparadas moralmente por las estrellas de la televisión, con la derecha pinochetista llegando a un Chile extraño y doloroso que despide a Michelle Bachelet con una extraordinaria imagen positiva, pero vota el regreso de la sombra, es por lo menos zozobrante ver a algunos dirigentes de centroizquierda hablar en TN como si TN fuera un vulgar canal de noticias.
Es tiempo de ajustar las lecturas, porque qué pasaría si la cosa fuera al revés, y si el llamado centroizquierda fuera el que simulara un progresismo que, por ejemplo, fue bien disimulado cuando le abrieron el camino a Elisa Carrió para presidir la comisión de Juicio Político. Una posición orgásmica para la infeliz pitonisa que, no obstante, será probablemente uno de los obstáculos entre Cobos y el poder adelantado.
Acá no pasa nada de lo que dicen que pasa y nada que justifique que las cosas se cuenten como se cuentan. Acá hay canales, radios y diarios que operan sin parar en la abyección más visible, y una democracia que corre peligro si algunos sectores clave se siguen haciendo los más puros y los más esclarecidos que ninguno. Es una cuestión de prioridades, que es una buena palabra en política. Una palabra que puede salvar los pasos adelante y dejar lo pendiente para el juego democrático, y cuya abstracción puede depararnos desastres que hoy no podemos evaluar.
Ya está claro que hay más que ánimo destituyente. Saltó por el lugar más obvio, el Banco Central. No hay nada de espontáneo en Redrado declarando “Yo soy un técnico, yo soy un técnico”, como si las aberraciones políticas de los técnicos no hubieran provocado tan luego ahora mismo la crisis económica mundial.
Ya está claro que se opera para limar, desgastar, perjudicar, desanimar, obstruir, aplastar un proceso político que se basa en la mayoría aplastante de las elecciones presidenciales de 2007. No respetar esa regla de juego, que es la principal, la línea rectora de la democracia, es asomarse al mundo sin reglas de los golpistas, de los genuflexos que sólo prosperan en escenarios circunstanciales, de los cómplices que esta vez no podrán decir que no sabían qué pasaba.

jueves, 14 de enero de 2010

La conjura de Cleto

Por Adrián Murano - Veintitrés - 14/01/2010

Cobos alimentó la crisis del Banco Central para cimentar su carrera al 2011. Las coincidencias con Redrado, el Grupo Clarín y la jueza Sarmiento. Cómo funciona la política buitre.

En alemán se lo denominó Schadenfreude. La palabra, acuñada a mediados del siglo XIX, designa el sentimiento de felicidad por el sufrimiento o la infelicidad del otro. Aunque Freud no la incluye en su listado de perversiones, Schopenhauer sostenía que esa "emoción diabólica era una señal infalible de un corazón perverso". Nietzsche discrepaba: "Mejor que observar un sufrimiento es causarlo". A medio camino entre ambos, Gore Vidal tradujo la Schadenfreude en clave sociopolítica: "No basta con tener éxito. También es preciso que los otros fracasen".

En la Argentina de estos días la Schadenfreude es ley. Un coro cerrado de opositores, economistas ortodoxos y prensa canalla celebró el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa que embargó 1,7 millones de dólares de una cuenta del Banco Central.

La Schadenfreude en versión local tiene componentes masoquistas: como ocurrió en el '55, en el '62, en el '66, en el '76, en el '89 y en el 2001, una inusitada porción de argentinos se regocija con las complicaciones de un gobierno democrático, goza de sus tropiezos, como si permaneciera al margen de las consecuencias. La historia reciente demuestra lo contrario: cada crisis institucional derivó en penurias para las mayorías que la apañaron. Sólo una minoría privilegiada de dirigentes oportunistas, financistas buitres y empresarios voraces se benefició de los cataclismos económicos y políticos que asolaron al país. Frente a un gobierno herido de respaldo popular tras la derrota electoral, esa minoría ya eligió el nuevo rostro de su conjura: el de Julio César Cleto Cobos.

El vicepresidente pasó un diciembre agitado. Su despacho, teléfono y auto oficial –beneficios de su cargo– estuvieron a disposición de un raid que incluyó una docena de contactos reservados con lo más variado de la escena política doméstica. La agenda incluyó al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, y el entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado. Con todos ellos compartió su deseo: "Voy a ser candidato en el 2011". Y una preocupación: cómo hacer para que los Kirchner no lleguen en buena forma a esa fecha.

El vicepresidente sabe que, por imperio de las encuestas, su candidatura contará con el aval de su partido de cuna, la UCR. Con la estructura radical jugando a su favor, Cobos descuenta que resultará vencedor en una eventual interna abierta frente a Elisa Carrió o Hermes Binner, los otros presidenciables del Acuerdo Cívico y Social. En ese sentido, el principal escollo es el recelo de "lilitos" y socialistas a participar de una compulsa con el vice. Pero el mendocino confía en que los buenos oficios de su comprovinciano y titular de la UCR, Ernesto Sanz, logrará mantener al Acuerdo unido. O al menos evitará que la dispersión dinamite sus pretensiones.

Superado ese escollo, el siguiente problema de Cobos son los dos años que quedan de gestión K. El vicepresidente teme que una mejora de los indicadores económicos refresque la alicaída imagen de Cristina Fernández y la coloque en la pole de la puja electoral. Tiene motivos para afligirse: todos los economistas, a izquierda y derecha, reconocen que, superada la crisis global, el 2010 se presenta venturoso para la Argentina. Los cálculos más conservadores estipulan un crecimiento del 4,5 por ciento, traccionado por la demanda exterior de granos, el repunte en el consumo y un incremento en la producción de bienes. El talón de Aquiles de la recuperación: para sortear la crisis, en 2009 el Gobierno exprimió los recursos fiscales para sostener la demanda interna en base a inversión en infraestructura, subsidios y programas sociales como Argentina Trabaja y la asignación por hijo.

Para capear eventuales problemas de caja, el Gobierno se propuso iniciar el año provocando un shock de confianza que lo reinsertara en el mercado de capitales. La crisis global propició la oportunidad: la emisión de dólares en EE.UU. y la necesidad de colocarlos en plaza provocó una abrupta caída en las tasas de interés que se tradujo en ofertas de créditos baratos. Para la Argentina, que en los últimos años debió endeudarse a tasas de entre el 15 y el 20 por ciento como consecuencia del default, el acceso a tasas más accesibles implicaba un ahorro futuro en el pago de intereses y la posibilidad de ordenar el perfil financiero del país.
Pero antes debía solucionar el asunto pendiente del default. Para eso creó el Fondo del Bicentenario, con la declarada intención de disponer de 6.500 millones de dólares de reservas extraordinarias para pagar vencimientos y amortizar deuda, además de lanzar un canje que resolviera los litigios con los holdouts –los bonistas que retuvieron bonos declarados en default–.

El anuncio provocó euforia en los mercados. Los bonos argentinos treparon hasta un cuarenta por ciento y el riesgo país –un índice creado por JP Morgan que se usa como referencia para aplicar sobretasas en los préstamos– se derrumbó. Mientras en el Ministerio de Economía festejaban el éxito del canje por anticipado, en el despacho senatorial de Cobos reinaba la inquietud. "No hay que dejar que se levanten, porque nos van a aplastar", repetía el inquilino, ante la mirada sombría de sus laderos. Hasta que uno de ellos recordó una conversación de pasillo y comentó al pasar: "Escuché que Redrado no está de acuerdo con el fondo. En una de esas nos da una mano...". El diablo de la política, voraz y carroñero, había metido la cola.

El intelectual estadounidense Noam Chomsky sostiene que las teorías conspirativas son opuestas al "Análisis Institucional", el cual se enfoca en estudiar el comportamiento público a largo plazo de instituciones conocidas públicamente. Según el planteo de Chomsky, las conspiraciones no necesariamente se acunan en coaliciones secretas, sino que pueden ser ejecutadas por personas que no poseen contactos entre sí pero que, por distintos motivos, confluyen en el mismo interés común. Basta con que uno solo de ellos conduzca esa confluencia.
La definición encaja con la descripción que, el martes 12, realizó la presidenta Cristina Fernández al ubicar a Cobos, Redrado, la jueza María José Sarmiento, al Grupo Clarín, a los holdouts y a un sector de la oposición como arietes de una "conspiración". Ante la falta de evidencias, resultará difícil que el Gobierno pueda establecer lazos concretos entre esos personajes. Sin embargo, todos ellos confluyeron para alimentar una crisis institucional que el propio Gobierno, lejos de desactivar, contribuyó a dinamitar.

Desde el vamos, el decreto de necesidad y urgencia que conformó el Fondo del Bicentenario fue rechazado por el titular del Central, Martín Redrado. Su primera objeción fue de forma: el funcionario advirtió que la redacción del decreto dejaba abierta la posibilidad de que el dinero se destinara al Tesoro, lo que, según su estimación, podría derivar en que se utilizara para financiar gastos corrientes. El argumento fue replicado por el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, uno de los hombres de mayor confianza del matrimonio K. Según su explicación, el texto del decreto dejaba en claro que el dinero se usaría para garantizar el pago de la deuda, lo que impedía el desvío hacia otros destinos. Salvado ese punto, Redrado argumentó su temor a los embargos del juez Griesa y defendió la "intangibilidad" de las reservas del Central.

Las excusas provocaron sospechas en el Gobierno. La más extendida: que Redrado se negaba a constituir el fondo para retrasar el canje en beneficio de los fondos buitres que recolectan los bonos en default. Al titular del Central lo condenaba su historia: en 2005, cuando se dispuso el pago al FMI, Redrado fue un entusiasta defensor del uso de las reservas del Central. ¿Qué había cambiado desde entonces? Más allá de que los abogados de la entidad tenían dudas sobre la solidez técnica del decreto, lo que había cambiado era la perspectiva de poder. En 2005, las encuestas indicaron que el 70 por ciento de los argentinos celebraba el pago al FMI. Ahora, en cambio, una encuesta de Management & Fit indicaba que la misma proporción rechazaba el uso de reservas para el pago. La opinión pública, se sabe, es volátil. Casi tanto como las convicciones de los funcionarios que, ante la perspectiva del ocaso, corren en búsqueda del sol.

En este caso, a Redrado no lo abrazaron los rayos UV, sino Cobos. "Martín, seguí resistiendo que contás con todo mi apoyo". Las palabras del vicepresidente llegaron al celular del funcionario justo cuando en el Gobierno se comenzaba a evaluar su despido. El apoyo del mendocino, un mimado de las encuestas, fue la antesala de un respaldo mayor. En los días siguientes, la oposición en pleno se atrincheró en torno al ex niño de oro convertido en gurú.

Con los días, la conjura informal fue sumando adherentes. La jueza contencioso administrativa María Sarmiento, hija de un ex jefe de inteligencia de la dictadura y hermana de un abogado defensor de represores, fue consecuente con la irritación familiar que provocó la política de derechos humanos K otorgando dos amparos en contra del Gobierno. Uno repuso a Redrado en el Central, y el otro frenó el Fondo del Bicentenario. Cobos saludó la medida de la jueza y sumó ruido al convocar a una sesión en pleno receso, forzando el reglamento del Parlamento.

En medio del revuelo, Redrado presentó como su abogado al prestigioso constitucionalista Gregorio Badeni. Respetado en el ámbito académico y judicial, antes de asumir la defensa de Redrado, Badeni se venía desempeñando como asesor del Grupo Clarín en su pelea contra la flamante Ley de Medios Audiovisuales. La coincidencia llamó la atención del Gobierno, que observó con recelo la secuencia de tapas favorables hacia Redrado aparecidas en el matutino. Una de ellas en especial: fue la portada del lunes 11, donde el diario alertaba que el juez Griesa "podría embargar las reservas del Central".

"No fue una primicia, fue una profecía autocumplida", consideró un alto funcionario del Gobierno, tras conocerse el embargo. En su evaluación de los hechos, la cobertura negativa de Clarín sobre la constitución del fondo colaboró con los fondos buitres, que incluyeron esas críticas en la presentación que hicieron ante Griesa. En rigor, la disposición judicial amplió el embargo trabado en 2005 por el fondo Elliot, uno de los tres fondos buitres que reclaman el pago de los bonos caídos en default, elevando de 105 millones a 106,7 millones el congelamiento del dinero que circula en una cuenta contingente que el Central utiliza para sus operaciones diarias con la Reserva Federal de los Estados Unidos. El embargo sobre esa cuenta había sido dispuesto por Griesa en ocasión del pago al Fondo Monetario Internacional, pero el dato fue prolijamente omitido en la cobertura de Clarín. Se entiende: le hubiera restado espectacularidad a la noticia, ya que habría desvinculado el fallo de los DNU de la discordia. Y le habría quitado un argumento a Cobos, el vicepresidente que, traición mediante, utiliza su cargo para convertirse en el paladín de la institucionalidad mientras trabaja para constituirse en líder opositor en la carrera contrarreloj por el 2011.

Ya lo advirtió Gore Vidal en otra definición de Schadenfreude: "Cada vez que un amigo tiene éxito, muero un poco".

Conferencia de Prensa

Jueves 14 de enero – 19hs. – Confitería La Capital

Ante las conspiraciones económicas, judiciales, políticas y mediáticas que han pretendido perjudicar el Gobierno Nacional de la presidenta Cristina Fernández las organizaciones de base se autoconvocan para respaldar las decisiones del Poder Ejecutivo, defender el sistema democrático, garantizar el funcionamiento pleno de las instituciones y denunciar la trama urdida por los poderes fácticos con el objetivo de generar un desequilibro financiero y la deflexión del gobierno elegido por el voto popular.

Movimiento Evita
Identidad Peronista
Militantes Intransigentes
Descamisados
Agrupación Barrial Peronista “Petete Juárez”
Espacio Carta Abierta – La Pampa
Militantes – General Pico
Militantes – Toay
Militantes “Villa Santillán”

El pantano argentino. El irresistible desarrollo de la crisis de gobernabilidad

Por Jorge Beinstein

El nuevo año comenzó mal en Argentina, el conflicto causado por el desplazamiento del presidente del Banco Central, Martín Redrado, disparó una grave crisis institucional donde se enfrentan dos bandos que van endureciendo sus posiciones. Por un lado una oposición de derecha cada vez mas radicalizada ahora con mayoría en el poder legislativo encabezada por el vicepresidente de la República y que se extiende hacia los núcleos más reaccionarios del poder judicial y de las fuerzas de seguridad (públicas y privadas).

Se trata de una fuerza heterogénea, casi caótica, sin grandes proyectos visibles impulsada por los grandes medios de comunicación que operan como una suerte de "partido mediático" extremista, su base social es un agrupamiento muy belicoso de clases medias y altas. En el otro bando encontramos a la presidenta Cristina Kirchner resistiendo desde el Poder Ejecutivo con sus aliados parlamentarios, sindicales y "sociales", su perfil político es el de un centrismo desarrollista muy contradictorio oscilando entre las capas populares más pobres a las que no se atreve a movilizar con medidas económicas y sociales radicales y los grandes grupos empresarios y otros factores de poder que busca en vano recuperar para recomponer el sistema de gobernabilidad vigente durante la presidencia de Néstor Kirchner.

A este abanico de fuerzas locales es necesario incorporar la intervención de los Estados Unidos que a partir de la llegada de Barak Obama a la Casa Blanca se muestra cada vez más activa en los asuntos internos de Argentina. Esto debe ser integrado al contexto más amplio de la estrategia imperial de reconquista de América Latina marcada por hechos notorios como el reciente golpe de estado en Honduras, el despliegue de la Cuarta Flota, las bases militares en Colombia y otras actividades menos visibles pero no menos efectivas como la reactivación de su aparato de inteligencia en la región (CIA, DEA, etc.) y la consiguiente expansión de operaciones conspirativas con políticos, militares, empresarios, grupos mafiosos, medios de comunicación, etc.


La ola reaccionaria

Como es sabido la crisis se desató cuando el presidente del Banco Central decidió no acatar un decreto llamado de "necesidad y urgencia", con fuerza de ley, que le ordenaba poner una parte de las reservas a la disposición de un fondo publico destinado al pago de deuda externa. De ese modo Redrado (apoyándose en la "autonomía" del Banco impuesta en los años 1990 por el Fondo Monetario Internacional, FMI) desafiaba la legalidad y asumía como propia la reivindicación del conjunto de la derecha: no pagar deuda externa con reservas sino con ingresos fiscales obligando así al gobierno a reducir el gasto público lo que seguramente impactaría de manera negativa sobre el Producto Bruto Interno, el nivel de empleo y seguramente sobre los salarios.

En una primera aproximación, la crisis aparece como una disputa sobre política económica entre neoliberales partidarios del ajuste fiscal y keynesianos partidarios de la expansión del consumo interno, sin embargo la magnitud de la tormenta política en curso obliga a ir más allá del debate económico, no existe proporción entre el volumen de intereses financieros afectados y la extrema virulencia del enfrentamiento. Tampoco se trata de un problema causado por la necesidad de pagar deuda externa ante una situación financiera difícil, por el contrario, el Estado tiene un importante superávit fiscal y la deuda externa representa actualmente cerca del 40 % del Producto Bruto Interno contra un 80 % en 2003 cuando Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la República.

Para empezar a entender lo que esta ocurriendo es necesario remontarnos al primer semestre del 2008 cuando estalló el conflicto entre el gobierno y la burguesía rural, en ese caso también la confrontación apareció bajo el aspecto económico: el gobierno intentó establecer impuestos móviles a las exportaciones agrarias, cuyos precios internacionales, en ese momento, subían vertiginosamente, los grandes grupos del agrobusiness se opusieron, aunque estaban ganando mucho dinero pretendían ganar mucho más acaparando la totalidad de esos beneficios extraordinarios. Para sorpresa, tanto del gobierno como de los propias elites agrarias, su protesta fue inmediatamente respaldada por la casi totalidad de los empresarios rurales, incluso por sectores que por su área de especialización o ubicación regional no tenían intereses materiales concretos en el tema, y rápidamente los cortes de ruta, magnificados por los medios de comunicación, arrastraron la adhesión de las clases altas y medias urbanas, estructurándose, de esa manera, una marea social reaccionaria cuya magnitud no tenía precedentes en la historia argentina de los últimos cincuenta años. Para encontrar algo parecido sería necesario remontarnos a 1955 cuando una masiva convergencia conservadora de clases medias apoyó el golpe de militar oligárquico.

La movilización derechista de 2008 estuvo plagada de brotes neofascistas, alusiones racistas a las clases bajas, insultos al "gobierno montonero" (es decir supuestamente controlado por ex guerrilleros marxistas reciclados), etc. Esa ola reaccionaria se prolongó en las elecciones legislativas de 2009 donde la derecha obtuvo la victoria (y la mayoría en el Parlamento), antes y después de ese evento estuvo permanentemente alimentada por los medios de comunicación concentrados. Actualmente es difícil diagnosticar si mantiene o no su nivel de masividad, el conflicto se desarrolla por ahora sin presencias multitudinarias, la gran mayoría de la población observa la situación como a una pelea por arriba entre grupos de poder.

Si evaluamos la trayectoria en los dos últimos años de la confrontación entre una derecha, cada vez más audaz y agresiva, y un gobierno, crecientemente acorralado, no es difícil imaginar un escenario próximo de "golpe de estado", no siguiendo los viejos esquemas de las intervenciones militares directas, ni siquiera pensando en una réplica del caso hondureño (golpe militar con fachada civil) sino más bien en un abanico de alternativas novedosas donde se combinarían factores tales como la manipulación de mecanismos judiciales, el empleo arrollador del arma mediática, la utilización de instrumentos parlamentarios, la movilización de sectores sociales reaccionarios (cuya amplitud es una incógnita fuerte) incluyendo acciones violentas de grupos civiles dirigidos desde estructuras de seguridad policiales o militares. En este último caso, deberíamos tomar en consideración las posibles intervenciones del aparato de inteligencia norteamericano que dispone actualmente de un importante know how en materia de golpes civiles, como las llamadas revoluciones coloridas o blandas, algunas exitosas como la "naranja" en Ucrania (2004), la que derrocó a Milosevic (Yugoslavia 2000), la de "las rosas" (Georgia 2003), la de "los tulipanes" (Kirguistán 2005), la "del cedro" (Líbano 2005) y otras fracasadas como la "revolución blanca" (Bielorrusia 2006), la "verde" (Irán 2009) o la "revolución twitter" (Moldavia 2009).

En todas esas "revoluciones", orquestadas por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos, las convergencias entre grupos civiles y medios de comunicación golpearon contra gobiernos considerados "indeseables" por el Imperio, tuvieron éxito ante estados sumergidos en crisis profundas, fracasaron cuando las estructuras estatales pudieron resistir y/o cuando las mayorías populares les hicieron frente.


Las raíces

¿Cuales son las raíces de esa avalancha derechista?, no puede ser atribuida al descontento de las elites empresarias y de las clases superiores ante drásticas redistribuciones de ingresos en favor de los pobres o a medidas económicas izquierdizantes o estatistas que afecten de manera decisiva los negocios de los grupos dominantes. Por el contrario, la bonanza económica que marcó a los gobiernos de los Kirchner significó grandes beneficios para toda clase de grupos capitalistas: financieros, industriales exportadores o volcados al mercado interno, empresas grandes o pequeñas, etc. Argentina experimentó altas tasas de crecimiento del PBI y enormes superávits fiscales impulsados por exportaciones en vertiginosos ascenso. Y aunque la desocupación se redujo la estructura de distribución del Ingreso Nacional heredada de la era neoliberal no varió de manera significativa. La gobernabilidad política permitió la preservación del sistema que tambaleaba hacia 2001-2002, las estatizaciones decididas durante la presidencia de Cristina Kirchner fueron en realidad medidas destinadas a preservar el funcionamiento del sistema más que a modificarlo, la estatización de la seguridad social privada, por ejemplo, fue precipitada por la crisis financiera global y el agotamiento de una estructura de saqueo de fondos previsionales, la estatización de Aerolíneas Argentinas significó tomar posesión de una empresa totalmente liquidada a punto de desaparecer.

Si alguna presión existe a nivel de las clases altas es hacia una mayor concentración de ingresos y ello debido a su propia dinámica gobernada por el parasitismo financiero global-local que opera como una suerte de núcleo estratégico, central de sus negocios. En ese sentido la resistencia del gobierno a esa tendencia en aras de la gobernabilidad aparece ante dichas elites como un "intervencionismo insoportable".

Otro factor decisivo es la creciente agresividad de los Estados Unidos acosado por la crisis, sabiendo que el tiempo juega en su contra, que la decadencia de la unipolaridad imperial les puede hacer perder por completo sus tradicionales posiciones de poder en América Latina. En realidad eso ya está empezando a ocurrir a partir del proceso de integración regional, de un Brasil autonomizándose cada vez mas de los Estados Unidos, de la persistencia de la Venezuela chavista, la consolidación de Evo Morales en Bolivia, etc. La Casa Blanca está embarcada en una loca carrera contra el tiempo, extiende las operaciones militares en Asia y Africa heredadas de la era Bush, apadrina el golpe militar en Honduras y otras intervenciones en América Latina. La caída o degradación integral del gobierno kirchnerista sería para los norteamericanos una muy buena noticia, debilitaría a Brasil, reduciría el espacio político de Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Pero existe un fenómeno de primera importancia que probablemente los Kirchner ignoraron y que buena parte de la izquierda y el progresismo subestimaron: el cambio de naturaleza de la burguesía local, cuyos grupos dominantes han pasado a constituir una verdadera lumpen burguesía donde se interconectan redes que vinculan negocios financieros, industriales, agrarios y comerciales con negocios ilegales de todo tipo (prostitución, tráfico de drogas y armas, etc.), empresas de seguridad privada, mafias policiales y judiciales, elites políticas y grandes grupos mediáticos. Es la más importante de las herencias dejadas por la dictadura, consolidada y expandida durante la era Menem.

La política de derechos humanos del gobierno no afectó solo a grupos de viejos militares criminales aislados e ideológicamente derrotados, al golpear a estos grupos estaba desatando una dinámica que dañaba a una de las componentes esenciales de la (lumpen) burguesía argentina realmente existente. Cuando empezamos a desentrañar la trama de grupos mediáticos como "Clarín" o no mediáticos como el grupo Macri aparecen las vinculaciones con negocios provenientes de la última dictadura, personajes clave de las mafias policiales, etc. En esos círculos dominantes la marea creciente de procesos judiciales contra ex represores pudo ser vista, tal vez en su comienzo hacia mediados de la década pasada, como una concesión necesaria al clima izquierdizante heredado de los acontecimientos de 2001-2002 y que mantenida dentro de límites modestos no afectaría la buena marcha de sus negocios. Pero esa marea creció y creció hasta transformarse en una presión insoportable para esas elites.

Finalmente es necesario constatar que así como se desarrolló ese proceso de humanización cultural democratizante también se desarrolló, protagonizado por los grandes medios de comunicación, un contra proceso de carácter autoritario, de criminalización de los pobres, de condena al progresismo que pone a los derechos humanos por encima de todo. En cierto sentido, se trató de una suerte de reivindicación indirecta de la última dictadura realizada por los grandes medios de comunicación, centrada en la necesidad de emplear métodos expeditivos ante la llamada "inseguridad", la delincuencia social, los desordenes callejeros. La misma encontró un espacio favorable en una porción importante de la población perteneciente a las clases medias y altas muchos de cuyos miembros no se atreven a defender a la vieja y desprestigiada dictadura militar pero que han encontrado un nuevo discurso neofascista que les permite levantar la cabeza.

Esta gente se movilizó en el 2008 en apoyo de la burguesía rural y contra el gobierno "izquierdista", estuvo a la vanguardia de la victoria electoral de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires y de los políticos de derecha en las elecciones parlamentarias de 2009.


¿Jugando con fuego?

La crisis actual puede llegar a tener serias repercusiones económicas, es lo que esperan muchos de los dirigentes políticos de derecha que sueñan con apoderarse del gobierno en medio del caos y/o de la pasividad popular. La parálisis del Banco Central o su transformación en una trinchera opositora podría desordenar por completo al sistema monetario, degradar al conjunto de la economía lo que sumado a un Tsunami mediático convertiría al gobierno en una presa fácil.

En teoría, existe la posibilidad de que el gobierno acorralado por la derecha busque desesperadamente ampliar su base popular multiplicando medidas de redistribución de ingresos hacia las clases bajas, estatizaciones, etc. La derecha cree cada vez menos en esa posibilidad lo que la hace más audaz, más segura de su impunidad, considera que los Kirchner están demasiado aferrado al "país burgués", por razones psicológicas, ideológicas y por los intereses que representan y que por sus cabezas no asoma ni siquiera débilmente esa alternativa de ruptura. Una sucesión de hechos concretos parecen darle la razón, después de todo Martín Redrado, fue designado como presidente del Banco Central por Néstor Kirchner y confirmado luego por Cristina Kirchner, ahora ellos "descubren" que es un neoliberal reaccionario mientras buscan reemplazarlo por algún otro neoliberal o buen amigo de los intereses financieros.

También existe la posibilidad de que el caos buscado por la derecha o las medidas económicas que ésta seguramente tomará si conquista el gobierno desaten una gigantesca ola de protestas sociales haciendo estallar la gobernabilidad y reinstalando a escala ampliada al fantasma popular de 2001-2002. Pero esa derecha considera cada vez menos probable la concreción de dicha amenaza, está cada vez más convencida de que los medios de comunicación combinados con un sistema de represión puntual, no ostentoso pero enérgico pueden controlar a las clase bajas. Es muy probable que esas elites degradadas, lanzadas en una cruzada irracional, estén atravesando una serie crisis de percepción.

Jorge Beinstein es economista argentino, docente de la Universidad de Buenos Aires