miércoles, 28 de octubre de 2009

“Ningún partido hizo lo que hacemos nosotros”

La referente de la Túpac Amaru, Milagro Sala, detalló el trabajo de ese movimiento. Advirtió que Gerardo Morales y todos los otros que la acusan deberán probar lo que dicen.
Por Laura Vales - Página 12 - 28-10-09
“En la Túpac Amaru tenemos más de tres mil viviendas; tenemos cinco fábricas, fábricas metalúrgicas, textiles, de bloques; tenemos trece polideportivos con pileta de natación. Imaginá que acá, en Jujuy, había solamente dos piletas, y a esas dos podían entrar la clase media y clase alta, los pobres no. Nosotros hemos construido todo eso, y lo hicimos en menos de cinco años. Estamos dándoles de comer a 50 mil niños en toda la provincia, con centros comunitarios y copas de leche. En Jujuy la mayoría de los partidos políticos manejan sus ONG y fundaciones ‘para ayudar a los que menos tienen’. Ellos han recibido vagones de plata, ¿y qué hicieron con esa plata?... un montón de testaferros”, dice Milagro Sala. Lo dice sintiéndose todavía en el ojo de huracán. Esta semana, Gerardo Morales la acusó de comandar un grupo “financiado por el Gobierno, que usa armas y está vinculado con la droga.” El Senado aprobó un pedido de informes para determinar si los integrantes de su movimiento social “tienen permiso para portar armas”. Y encaramado a esa ola, hubo un diario que llegó a presentarla con el título “Fue adicta y ladrona”.

–¿Por qué cree que Morales la acusó de tener gente armada?
–Morales ha llegado a un lugar de histeria, no ha parado de inventar: que tenemos 500 armas, que estamos con el narcotráfico, que se nombraron 600 policías por recomendación mía..., ha convertido a Jujuy en un lugar peor que Colombia.
–¿Para qué?
–Porque lo ayuda a posicionarse, porque él se afianza como presidente de la Unión Cívica Radical, afianza su relación con (Elisa) Carrió y también se muestra como el único que les para la mano a los movimientos sociales. Para nosotros es una crisis, pero a él le viene bien, le sirve.
–No sólo Carrió, sino otros senadores y algunos editorialistas, como Joaquín Morales Solá, aseguraron que su organización tiene armas.
–Es que lamentablemente ellos arman un equipo, es como un equipo de fútbol, se juntan y dicen “a éste le toca”. Clarín y La Nación estuvieron conmigo el jueves casi todo el día. Visitaron las obras que estamos haciendo y ahora salen a decir que los compañeros que los acompañaron a conocerlas son mafiosos y guerrilleros. Los compañeros que los llevaron a conocer son presidentes de cooperativas, encargados de obra, encargados de las fábricas nuestras, que les mostraron cada lugar y les contaron cómo trabajamos... y ahora vemos la publicidad de las notas que nos muestran como mafiosos.
–¿Por qué accedieron a hacer las notas?
–Porque pensé que, si veían lo que estamos haciendo, iban a cambiar de opinión... y ahora estoy enojada conmigo misma. Ellos meten en la interna entre el Gobierno y la oposición a un perejil, porque la Túpac es un perejil para ellos, somos nadie. Pero van a tener que comprobar ante la Justicia que tenemos 500 armas y todo lo demás. Creen que pueden decir cualquier cosa: es Gerardo Morales, tiene fueros, no es negro, no es colla... Fue muy rápida, además, esta operación. El habla de que le tiraron huevos... yo no quiero justificar la violencia, pero él se olvida de que en el 2007 en la Legislatura, al actual intendente, él y su hermano lo llenaron de huevos. También hicieron escraches al juez Valdecantos.
–¿Tienen armas registradas en el Renar?
–Yo tengo una. Me la regaló Germán Abdala, la tengo guardada en una cajita con tapa de vidrio.
–¿Cuántos integrantes tiene la Túpac Amaru?
–Somos 70 mil afiliados.
–¿Y si suman a toda la red de organizaciones?
–No sé. Cuando movilizamos, somos entre 30 y 40 mil personas. Esta semana se hizo una marcha de más de 50 mil compañeros, no sólo de las organizaciones sociales sino de otra gente, compañeros que se sintieron tocados por lo que dijo Morales.
–¿Cómo pesa en lo político una organización de este tamaño?
–Nosotros dijimos muchas veces que lo que queremos es trabajar. En las elecciones no nos candidateamos a nada, aunque con la cantidad de compañeros que hay en la red de organizaciones sociales podríamos haberlo hecho, pero decidimos que no queríamos ser candidatos sino seguir trabajando.
–¿Por qué?
–Porque la política es sucia.
–La provincia tiene los peores índices sociales...
–Sí, faltan por ejemplo 100 mil viviendas, la pobreza está en el 35 por ciento, porque acá en Jujuy los jóvenes de 20 años ya tienen familia. Falta trabajo; nuestros compañeros no tienen dónde emplearse ni dónde estudiar.
–¿Cuántos trabajan ahora en las cooperativas?
–Tres mil ochocientos compañeros.
–¿Ellos cobran un sueldo o lo que reciben a cambio es un plan social?
–Tienen sueldos de entre mil y mil 300 pesos, con obra social y seguro de vida. Están en blanco y las cooperativas pagan a la AFIP. Además, recibimos los fondos para la construcción a medida que avanzan las obras, con un control de cada etapa.
–Junto con la acusación de tener armas, se añadió la de recibir dinero del Estado.
–Bueno, que nos acusen el día que recibamos la plata y no construyamos nada, cuando estemos flojos de papeles. Ayer, la gente de Cobos salió a decir que Morales no se puede candidatear porque está flojo de papeles. Nosotros, en cambio, podemos mostrar todo.
–Además de la oposición, a la Túpac Amaru la criticaron organizaciones sociales de la provincia. El Perro Santillán y el PO, por ejemplo, dijeron que usan patotas.
–El PO marcha con el Perro Santillán y él habla mal de todo el mundo. Con el tiempo de militancia que tiene el Perro, hoy cuando sale a la calle no salen más de cien personas. Y cuando nosotros salimos juntamos cuadras y cuadras, porque los compañeros trabajan en las cooperativas, porque tienen más salud, más educación. Nosotros hemos armado una red de 24 organizaciones sociales. Entonces, él hoy se prende con los que ha puteado toda la vida, con los radicales. Dice que somos violentos pero, ¿no se acuerda de que en la década del ’90 andábamos tirando piedras y quemando gomas? El Perro tiene una memoria blanda. Se olvida también de que hace dos meses fue a tirar piedras contra la casa de gobierno. Se han juntado todos nuestros enemigos, y han llegado a pagar gente para que hablara mal de la organización: que manejamos fierros, que manejamos patotas.
–Decía que no quisieron presentarse a elecciones. ¿Qué rol piensa que deben cumplir las organizaciones sociales?
–Acá el Perro Santillán armó un partido político. Fue cuando él estaba en la cresta de la ola y creía que podía ser gobernador, pero la gente no lo votó. Esa experiencia le sirvió a mucha gente. Nosotros no queremos saber nada de hacer esa política, estamos bien como estamos, trabajando.
–¿Por qué fracasa ese salto de lo social a lo político?

–Es que la gente piensa que los políticos son políticos y los dirigentes sociales tienen que ser dirigentes sociales, que no se tienen que mezclar.

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