Las organizaciones políticas encolumnadas en el proyecto del Gobierno Nacional y Popular repudian la visita del vice-presidente Cleto "Judas" Cobos, por el desempeño que ha llevado adelante en el Senado de la Nación, oponiéndose a los objetivos de la Concertación liderada por los Kirchner. Como ha quedado demostrado en las últimas semanas y ante la envergadura de la crisis mundial, no sólo perjudicó con su voto "no positivo" a los pequeños y medianos productores agrícolas de la Argentina, sino que además contribuyó con su miedosa participación a que se siga beneficiando la oligarquía en perjuicio del reparto de la riqueza a las clases populares. Ha respondido, tal cual lo sentenció el periodista Eduardo Aliverti, a los mandatos de su formación conservadora.
Esta semana, en la entrevista concedida al diario Río Negro, en su afán de sentirse parte de la política y debatir de igual a igual con Néstor Kirchner ha cometido un grave error, porque transparentó su pertenencia ideológica, incluso dejó entrever que sabía algo más en aquella noche en que voto como votó: la posibilidad de que si se aprobaba la resolución 125 hubiera un golpe que depusiera un gobierno elegido por el 46% de los argentinos.
Es preocupante la duda que dejara flotando Cobos en sus respuestas. Más teniendo en cuenta del sector que proviene y representa, pues acciones políticas puntuales de algunas formaciones del radicalismo han estado en sintonía con el viejo "gorilismo", recuérdese que conciliaron posiciones con la Unión Democrática (coalición electoral de la UCR, el partido socialista, el comunista y el demócrata progresista), y también reincidieron en otra Alianza (UCR y FREPASO) nefasta para la nación, tanto en la crisis económica como en la cantidad de muertos, es decir, como señala la socióloga Norma Giarracca, han sido parte de "la corrupción y la represión (tragedia repetida del radicalismo en la mayoría de sus gobiernos)". Estas son las herencias: el Ministro de Economía José Luis Machinea aplicó su famosa "tablita" (derogada esta semana en el Congreso) y el "blindaje financiero" que nos costó 40.000 millones de dólares; lo secundaba desde el Ministerio de Trabajo la variopinto Silvina Bullrich Pueyrredón Uriburu. En ese des-gobierno del presidente Fernando de la Rúa otro Ministro de Economía, Domingo Cavallo ―alto tutor de las multinacionales―, terminó de rematar a la Argentina con el "megacanje" de 55.000 millones de dólares.
Ahora se sumaron a un frente político retrógrado y clasista, al que nuestros intelectuales progresistas han calificado como la nueva derecha argentina, lo que hace peligrar la convivencia democrática no sólo en el país, sino que si continúan consolidando esta postura en consonancia con la autocracia de los países vecinos, Latinoamérica misma sufrirá repetidos y desgastantes embates desestabilizadores; no podemos obviar confabulaciones similares que sucedieron en Venezuela o en Bolivia.
Tal cual como lo dijo el presidente del PJ, este señor le debe una explicación a todos los argentinos.
Esta semana, en la entrevista concedida al diario Río Negro, en su afán de sentirse parte de la política y debatir de igual a igual con Néstor Kirchner ha cometido un grave error, porque transparentó su pertenencia ideológica, incluso dejó entrever que sabía algo más en aquella noche en que voto como votó: la posibilidad de que si se aprobaba la resolución 125 hubiera un golpe que depusiera un gobierno elegido por el 46% de los argentinos.
Es preocupante la duda que dejara flotando Cobos en sus respuestas. Más teniendo en cuenta del sector que proviene y representa, pues acciones políticas puntuales de algunas formaciones del radicalismo han estado en sintonía con el viejo "gorilismo", recuérdese que conciliaron posiciones con la Unión Democrática (coalición electoral de la UCR, el partido socialista, el comunista y el demócrata progresista), y también reincidieron en otra Alianza (UCR y FREPASO) nefasta para la nación, tanto en la crisis económica como en la cantidad de muertos, es decir, como señala la socióloga Norma Giarracca, han sido parte de "la corrupción y la represión (tragedia repetida del radicalismo en la mayoría de sus gobiernos)". Estas son las herencias: el Ministro de Economía José Luis Machinea aplicó su famosa "tablita" (derogada esta semana en el Congreso) y el "blindaje financiero" que nos costó 40.000 millones de dólares; lo secundaba desde el Ministerio de Trabajo la variopinto Silvina Bullrich Pueyrredón Uriburu. En ese des-gobierno del presidente Fernando de la Rúa otro Ministro de Economía, Domingo Cavallo ―alto tutor de las multinacionales―, terminó de rematar a la Argentina con el "megacanje" de 55.000 millones de dólares.
Ahora se sumaron a un frente político retrógrado y clasista, al que nuestros intelectuales progresistas han calificado como la nueva derecha argentina, lo que hace peligrar la convivencia democrática no sólo en el país, sino que si continúan consolidando esta postura en consonancia con la autocracia de los países vecinos, Latinoamérica misma sufrirá repetidos y desgastantes embates desestabilizadores; no podemos obviar confabulaciones similares que sucedieron en Venezuela o en Bolivia.
Tal cual como lo dijo el presidente del PJ, este señor le debe una explicación a todos los argentinos.
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Frente Barrial Peronista Oscar "Petete" Juárez
Frente Barrial "19 de diciembre" (General Pico)
Corriente "Martín Fierro"
Militantes Intransigentes
Movimiento Evita (La Pampa)
Peronismo Militante
Sindicato de Empleadas Domésticas (General Pico)
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