miércoles, 30 de diciembre de 2009

No tienen vergüenza

Un tipo frontal y polémico como el periodista Orlando Barone no es correctamente político para el statu quo, mucho menos para figurones neoliberales como Mirtha, Susana o Tinelli. En una encuesta promovida por la revista Noticias y la Editorial Perfil fue defenestrado por colegas (que se han convertido en alcahuetes de la oligarquía) y políticos de la derecha, considerándolo el peor periodista del año. No cabe la menor duda de que es la factura que le están pasando los agentes corporativos de información. Son los mismos que alaban e instituyen como héroes a los que abandonan al Proyecto Nacional y Popular, y que se terminan sumando a la tropa que resguarda los intereses de los multimedios manchados de sangre, aquellos mismos viejos voceros cómplices de la dictadura.

Muy pocos salieron (han salido) a opinar, como siempre. Pero hay un caso emblemático, y es necesario destacarlo, porque más allá de que nos guste o no la toma de posición que tuvo el lúcido Víctor Hugo Morales respecto a la resolución 125, o su visión del Gobierno y los K, otra vez, como cuando se discutía el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, mostró su enjundia y la claridad de ideas que posee para separar la paja del trigo; ahora, en su programa de radio, defendió y resaltó el valor y la originalidad del pensamiento de Barone.

Nosotros sólo podemos reflexionar sobre los sedimentos que quedan de las discusiones en la gran urbe, pero es imposible "no contentarse con los restos", dirían Los Redondos, pues, existe la obligación de señalar los dobles discursos, imbuidos de operaciones oscuras y pendencieras, de las que participan periodistas y políticos de la oposición. Quienes, sin sonrojarse, ante determinadas cámaras de TV piden consenso y respeto por la otredad, pero no dudan ni vacilan un instante cuando deben abroquelarse para cuidar las ganancias de sus patrones. Por eso, es una falta de ética esta nueva absurdidad de los que defienden la libertad de expresión o de prensa, porque queda en evidencia su odio visceral a los que no se someten a su mandato, a los que ponen en cuestionamiento sus negocios, su hegemonía opresora. En consecuencia no tienen problemas en atacar (o aniquilar) a los adversarios, como lo han hecho desde que pactaron con Videla, en pos de concretar sus objetivos económicos y de ejercicio del poder; no cabe duda de que las tácticas que implementan son similares a las de los procesistas.

Desde La Pampa, el Movimiento Evita se solidariza con el periodista Orlando Barone.

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