lunes, 14 de diciembre de 2009

El Frepam obvia el fascismo de Posse... cuando llegó al poder como opción del fascismo tiernista

A principios de 2008 hubo conflictos políticos en Santa Rosa y también movilizaciones de diversos sectores de la comunidad para defender sus derechos. El origen había sido el autoritarismo de un intendente elegido por el voto popular.
Un periodista señaló en una nota que nuestra ciudad no merecía convertirse en la capital del fascismo, pero la acción directa de los manifestantes, más las decisiones que se tomaron en el campo político, fueron determinantes para que Tierno sea fagocitado por el mismo ejercicio desmedido del poder.

Frente a los hechos acaecidos y, también, a los que continúan sucediendo en la arena social, se debe tener en cuenta cómo se construyen los imaginarios, de qué manera se legitiman y, desde ya, evaluar los recursos y los medios con que se imponen los relatos a los ciudadanos; por eso no hay que ignorar que el fascismo societario trasciende las instituciones, los partidos y las clases sociales. Por lo tanto la amenaza del eterno retorno del dirigente que fuera destituido, primero, y derrotado en las urnas, después, aún permanece latente. Incluso en la coyuntura se articulan sus reemplazantes, nunca se detiene, por eso la derecha prepara otros cuadros para proseguir la tarea, saben que todo proceso tiene desgaste (eso va a suceder con Macri, con Cobos, con de Narváez), la restauración conservadora posee referentes tan o más deplorables que Patti, Tierno, Aguad, o Buryaile.

En Argentina la maquinaria represiva de la dictadura sigue vigente, el caso de Julio López, de Luis Gerez, o el intento de secuestro del testigo en Rosario, lo certifican. Y quizás esta semana que pasó se hizo más evidente que nunca su aceitado funcionamiento. No es casual que en la misma fecha que se conmemoran los Derechos Humanos se juramente al nuevo Ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires, Abel Posse, funcionario de dos dictaduras y defensor del terrorismo de Estado. Tampoco es azaroso que a la vez que se lo sentenciaba a Menéndez a su tercera condena de cadena perpetua, éste citara en su defensa a lo escrito por Posse; o que en el inicio del juicio a los responsables del centro más grande de detención, la ESMA, Alfredo Astiz concurriera munido del libro Volver a matar, de Juan "Tata" Yofré, y se lo mostrara al público amenazante. Obra que fue presentada hace seis meses por el mismo Abel Posse.

Cuando se acumulan estas coincidencias, que poseen una densidad ideológica que no es posible evitar, es para preocuparse, porque definen el valor de las instituciones, de sus representantes y de la misma democracia. Lo más peligroso que puede haber es el silencio, la avenencia ante la brutalidad enunciativa (de Biolcati, de Duhalde, de Macri, o de Posse). Pocas voces, o ninguna, se escucharon en nuestra provincia sobre esta grave situación, es que la dirigencia está más atenta a los resultados del 2011 que a la defensa del sistema de gobierno actual. Estos 26 años se sostienen en la memoria de cada uno de los torturados, de los detenidos-desaparecidos, de los nietos recuperados.
Esconder la cabeza bajo tierra como el avestruz es una actitud de tibios, de especuladores; todo dirigente político elegido por el voto popular en democracia tiene la obligación de repudiar las declaraciones de Abel Posse. Por lo contrario, está traicionando el significado más profundo de la práctica política.
Y en ese sentido, los más comprometidos en esa declaración de principios, de defender la democracia sobre todo proyecto autoritario, de condenar a la rémora dictatorial, le corresponde al oficialismo que administra el municipio, es decir, al Frepam santarroseño, a Torroba, a Di Liscia, y demás funcionarios, porque ese frente llegó a ocupar dicho espacio de poder en contraposición al fascismo desbancado por la movilización popular.
Ninguno dijo nada sobre el fascismo representado por Abel Posse, sólo se han dedicado en estos días a discutir la instalación de las cámaras de vigilancia.

1 comentario:

nanolefou dijo...

Muy bueno.
No dicen ni dirán, porque a ellos lo único que les importa es ir contra el peronismo. Son gorilas antes que nada, Posse puede ser un futuro correligionario, como van las cosas.