La interna del Justicialismo en la provincia de La Pampa se realizó este fin de semana y ha dejado como saldo la culminación de un proyecto político que se sostuvo en el poder un poco más de dos décadas. Ha sido reemplazado por otro paradigma que debe continuar con los cambios emprendidos y que, también, necesita consolidar su propia estructura tanto desde las acciones de Gobierno como desde la conducción partidaria. Sin redundancias, se puede afirmar que es una estrategia semejante a la que está llevando adelante el Presidente Néstor Kirchner a nivel nacional.
Más allá de las heridas, los peronistas ya ungieron a la fórmula para las generales de octubre, y no cabe duda de que cada militante se alineará detrás de los candidatos para salir victoriosos en un mes que marca a fuego su historia y su mística.
Frente a los sucesos acaecidos en el acto eleccionario con sus resultados, es necesario leer entre líneas la irrupción de una “muchedumbre silenciosa” que se inmiscuyó en las internas abiertas, porque ha sido sobre-destacada por todos (medios informativos, dirigentes) la participación de los ciudadanos independientes. Ante este hecho inhabitual que, además, de hacer sentir el escarmiento al liderazgo político sospechado de un entorno corrupto, primó, entre otras cosas, una defensa del status quo que pocos periodistas lo han refractado en las notas escritas hasta ahora. Sería un interesante trabajo para los sociólogos poder rastrear la pertenencia de clase de los que se acercaron a emitir su voto, tal vez sorprenda a más de uno comprobar que tienen una pertenencia definida y acomodada en la escala social. Es que por los indicios percibidos a simple vista, puede señalarse que forman parte de la serie de energúmenos descomprometidos que ha impuesto la postmodernidad y que sólo salen a quejarse cuando sus privilegios se encuentran en peligro.
También vale destacar que además de los periodistas (porque es su función y para eso tienen un sueldo) han analizado la interna peronista casi todos los candidatos de otros partidos, objetando o criticando los resultados de la misma, incluso mucha gente opinó al respecto más allá de la votación. Sería mucho más auspicioso y constructivo que, incluso los que se lavan las manos de la interacción social, se afiliaran al justicialismo, ya que este interés demuestra que ese movimiento nacional y popular es mayoría en el país.
No podemos olvidar la afinada pero equivocada reflexión que realiza el columnista del diario La Arena (martes 3 de julio) cuando sentencia que debido a los comicios de Misiones, Capital Federal y Tierra del Fuego, más la pampeana, “los votos se expresaron mayoritariamente en contra de la definición de un muy popular Presidente de la Nación”. Hay mala intención en esta interesada lectura o hay que decir que es un “jodido gorila” al utilizar un medio para desdibujar la preferencia en el electorado por la continuidad de Néstor Kirchner (o la ahora confirmada postulante Cristina Fernández que ya se anunciara en notas anteriores del blog) y así, como siempre lo han hecho algunos comunistas y socialistas antiperonistas, sembrar el malentendido. Tampoco se puede desatender las dotes literarias que posee el director del diario, por lo menos le echa mano a una serie de recursos estilísticos que, entre otros, los críticos llaman “intertextualidad”, al usar como fenotexto una novela (El otoño del patriarca) del escritor colombiano Gabriel García Márquez; quizá “el viejo”, que utiliza ese epíteto a imagen y semejanza del lider ruso Lenin, debería aprender un poco de la escuela periodística fundada por “Gabo”, donde se destaca la objetividad, la independencia y la claridad para ejercer tal profesión. Acá está claro que no se cumplen tales requisitos, sino obsérvese la consideración que se tiene con los vencedores al deslindarlos de ciertos intereses de perpetuarse en el poder, de ciertas investigaciones que están pendientes en juzgados nacionales y provinciales. Será que el diario dirigido por este “resentido” recibió como pago un suculento contrato de publicidad con la nueva hegemonía vernista?
Párrafo aparte se merecen dos candidatos que abrieron su boca y se pisan la cola al dar un paso hacia delante. Son las declaraciones tanto de Marino como de Claudia Giorgis, y a esta insostenible posición vamos a sintetizarla con dos preguntas retóricas: ¿hace cuánto que ambos cobran un sueldo por hacer política? ¿uno, dos períodos consecutivos, es decir llevan casi una década, que viven de los privilegios que otorga la democracia a los opositores?; y por último, ¿ser la alternativa de cambio es necesario asociarse con el neoliberal Roberto Lavagna?
Hemos hablado: “El cambio recién empieza. Cristina Presidenta.”
"Esto no es cuestión de lucha cruenta ni violenta; más bien es una tarea de construcción permanente en la cual todos debemos poner la mejor buena voluntad para que se realice lo necesario para llegar al engrandecimiento del país y la felicidad del pueblo argentino. Hay que reconstruir el país que ha sido destruido en gran parte, comenzando por los hombres, y en segundo lugar, liberar al país, en forma efectiva y real, sin provocar perjuicios". Eva Perón
Más allá de las heridas, los peronistas ya ungieron a la fórmula para las generales de octubre, y no cabe duda de que cada militante se alineará detrás de los candidatos para salir victoriosos en un mes que marca a fuego su historia y su mística.
Frente a los sucesos acaecidos en el acto eleccionario con sus resultados, es necesario leer entre líneas la irrupción de una “muchedumbre silenciosa” que se inmiscuyó en las internas abiertas, porque ha sido sobre-destacada por todos (medios informativos, dirigentes) la participación de los ciudadanos independientes. Ante este hecho inhabitual que, además, de hacer sentir el escarmiento al liderazgo político sospechado de un entorno corrupto, primó, entre otras cosas, una defensa del status quo que pocos periodistas lo han refractado en las notas escritas hasta ahora. Sería un interesante trabajo para los sociólogos poder rastrear la pertenencia de clase de los que se acercaron a emitir su voto, tal vez sorprenda a más de uno comprobar que tienen una pertenencia definida y acomodada en la escala social. Es que por los indicios percibidos a simple vista, puede señalarse que forman parte de la serie de energúmenos descomprometidos que ha impuesto la postmodernidad y que sólo salen a quejarse cuando sus privilegios se encuentran en peligro.
También vale destacar que además de los periodistas (porque es su función y para eso tienen un sueldo) han analizado la interna peronista casi todos los candidatos de otros partidos, objetando o criticando los resultados de la misma, incluso mucha gente opinó al respecto más allá de la votación. Sería mucho más auspicioso y constructivo que, incluso los que se lavan las manos de la interacción social, se afiliaran al justicialismo, ya que este interés demuestra que ese movimiento nacional y popular es mayoría en el país.
No podemos olvidar la afinada pero equivocada reflexión que realiza el columnista del diario La Arena (martes 3 de julio) cuando sentencia que debido a los comicios de Misiones, Capital Federal y Tierra del Fuego, más la pampeana, “los votos se expresaron mayoritariamente en contra de la definición de un muy popular Presidente de la Nación”. Hay mala intención en esta interesada lectura o hay que decir que es un “jodido gorila” al utilizar un medio para desdibujar la preferencia en el electorado por la continuidad de Néstor Kirchner (o la ahora confirmada postulante Cristina Fernández que ya se anunciara en notas anteriores del blog) y así, como siempre lo han hecho algunos comunistas y socialistas antiperonistas, sembrar el malentendido. Tampoco se puede desatender las dotes literarias que posee el director del diario, por lo menos le echa mano a una serie de recursos estilísticos que, entre otros, los críticos llaman “intertextualidad”, al usar como fenotexto una novela (El otoño del patriarca) del escritor colombiano Gabriel García Márquez; quizá “el viejo”, que utiliza ese epíteto a imagen y semejanza del lider ruso Lenin, debería aprender un poco de la escuela periodística fundada por “Gabo”, donde se destaca la objetividad, la independencia y la claridad para ejercer tal profesión. Acá está claro que no se cumplen tales requisitos, sino obsérvese la consideración que se tiene con los vencedores al deslindarlos de ciertos intereses de perpetuarse en el poder, de ciertas investigaciones que están pendientes en juzgados nacionales y provinciales. Será que el diario dirigido por este “resentido” recibió como pago un suculento contrato de publicidad con la nueva hegemonía vernista?
Párrafo aparte se merecen dos candidatos que abrieron su boca y se pisan la cola al dar un paso hacia delante. Son las declaraciones tanto de Marino como de Claudia Giorgis, y a esta insostenible posición vamos a sintetizarla con dos preguntas retóricas: ¿hace cuánto que ambos cobran un sueldo por hacer política? ¿uno, dos períodos consecutivos, es decir llevan casi una década, que viven de los privilegios que otorga la democracia a los opositores?; y por último, ¿ser la alternativa de cambio es necesario asociarse con el neoliberal Roberto Lavagna?
Hemos hablado: “El cambio recién empieza. Cristina Presidenta.”
"Esto no es cuestión de lucha cruenta ni violenta; más bien es una tarea de construcción permanente en la cual todos debemos poner la mejor buena voluntad para que se realice lo necesario para llegar al engrandecimiento del país y la felicidad del pueblo argentino. Hay que reconstruir el país que ha sido destruido en gran parte, comenzando por los hombres, y en segundo lugar, liberar al país, en forma efectiva y real, sin provocar perjuicios". Eva Perón
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