martes, 16 de agosto de 2011

Servidumbre

[SDM] La obcecación de titular catástrofes que no son se ha convertido en la marca registrada de algunos diarios, radios y voceros que responden a los monopolios comunicacionales. Según el periodista Eduardo Aliverti ya no representan un monopolio sino que se han convertido en grupos económicos con inversiones en industrias múltiples. Pero la voz de estos medios, que defienden sus propios intereses, es la voz que asume (produce y reproduce) la manifestación del caos, tratando de contaminar a la opinión pública; aunque lo que sucede nada más sea una simple corrida o un griterío subido de tono.

Esto responde a la necesidad de generar desmanes para enunciar una crisis y, de esa manera, interrumpir o, por lo menos, condicionar e influir en la orientación de un proyecto político. Y esta táctica se aplica todos los días, durante las 24 horas, desde la escritura de editoriales irreales, la edición interminable de imágenes, o la repetición de la agenda mediática por todos los soportes disponibles.

A este programa desestabilizador responden tanto los periodistas cautivos como los políticos que le rinden pleitesía al perimido Consenso de Washington, al FMI y al dios más poderoso del capitalismo, la economía de mercado. Bajo tales circunstancias vuelven a atarse, como hace un siglo, la guerra y la prensa; es que existen intereses comunes: las ganancias. A este proceder semejante lo denunció hace más de un siglo Karl Kraus desde su revista La Antorcha.

Estos meses, desde la toma del parque Indoamericano o las decisiones que tomaron gobiernos europeos presionados por las políticas del FMI, han dominado la compulsa temáticas conocidas, como ajuste, privatizaciones, desguace del estado, precarización laboral, xenofobia y el racismo; exponiéndose en su más cruda realidad los problemas irresueltos por el capitalismo. Se pudo corroborar que en el transcurso de esas jornadas se potenció, pues el Congreso norteamericano, dominado por los republicanos, endureció sus medidas para los migrantes, y redujo sus gastos sociales para no entrar en default. También en Grecia ―cuna del pensamiento occidental, donde se prohijó hace siglos el exónimo peyorativo “bárbaros” (el que balbucea) para referirse a los extranjeros―, ahora los helenos autorizaron la construcción de un muro para que los inmigrantes turcos no accedan a su territorio.

Es interesante observar como decantaron investigaciones periodísticas y judiciales donde trabajadores eran presuntamente reducidos a condiciones de servidumbre por varias empresas de capital extranjero. Permítase un paralelismo, apelando a las repeticiones que tanto le agradaban a la historia, en este caso se refiere a la explotación de compañías extranjeras; porque se identifican a la Barrick Gold, a Repsol, y a varias transnacionales invirtiendo en el país, pero, muchas veces, lo hacen a medias y sin cumplir con los objetivos propuestos; así mismo lo hacía en otra época la United Fruit Company en Centroamérica.

Hay cosas y actos que deben corregirse, tanto de parte de los inversores privados, así como debe aparecer el contralor eficaz del Estado; es más, el Estado debe hacer cumplir la Constitución con todo el rigor, porque la Asamblea del Año XIII: dictó la libertad de vientres de las esclavas; abolió la inquisición y la práctica de la tortura, puso fin al tráfico de esclavos.

Como se sabe los cambios generan conflictos, pero dentro de un proyecto nacional y popular también otorgan igualdad de condiciones a los ciudadanos; por eso no debe haber tercerizados, no debe haber desocupados, y mucho menos esclavos. Es el momento oportuno de deponer no sólo la manu militari, como se hizo desde el 2003, al no judicializar ni reprimir la protesta social, sino de modificar de cuajo la política financiera heredada desde la dictadura, impuesta por actores civiles, como Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, cuyas decisiones fueron respaldadas y comunicadas a la población a través de las noticias en los diarios asociados a las figuras de Videla, Agosti y Massera.

1 comentario:

Comando Cámpora dijo...

cumpa, estamos orgullosos de que en Santiago se haya ganado de esa manera, y también que Gerardo Zamora sea uno de los tantos emergentes que sostenga el proyecto nac&pop después de la nueva gestión de Cristina--
sin dudas la lucha ahora es con el Grupo Clarín y su socio de La Nación, si los jueces dan cuenta de las pruebas presentadas,tanto Magnetto como Mitre tienen que ser acusados por crímenes de lesa humanidad-- pero lo más seguro que huyan cuando esté la sentencia, porque en definitiva son unos cobardes-- piden cárceles a los luchadores pero ellos no pagan sus crímenes al igual que muchos jueces que estuvieorn con la dictadura--
vaya un abrazo y seguimos en contacto--