jueves, 4 de agosto de 2011

Literatura y peronismo


"La historia del último medio siglo en la Argentina es, en el fondo,
la historia del duelo a muerte entre Borges y Juan Perón."
Tomás Eloy Martínez

[SDM] La codificación de la realidad por medio de los discursos va acumulándose como capas geológicas. Uno de los modos o formatos para representar lo real es la misma literatura, donde se apela a lo imaginario y a lo simbólico. Toda forma literaria se constituye, así, en fenómeno social, y por sobre todo es de carácter ideológico (entiéndase como cosmovisión del mundo, y no sólo como sesgo partidario). Lo central sería la comprensión del conjunto (la producción sociocultural) en su misma diversidad, en su proceso dialéctico. Todos los factores culturales y sociales se ponen en juego, todo es reflejado y refractado en los respectivos "textos culturales" que pertenecen, sin duda, a específicos y distintos horizontes ideológicos.
La palabra está viva, porque nace en el interior del diálogo como respuesta, réplica, reflexión y refracción ideológica. La interacción se da entre las palabras. La ley del lenguaje es la lucha por el signo (por el discurso, o la puesta en discurso; el discurso del saber quiere ser discurso de poder ha dicho Lacan) que, a su vez, representa y comprime puntos de vista sobre el mundo, formas de conceptualizar las experiencias sociales, cada una marcada por entonaciones, valores, verdades y significados diferentes. La lucha por los signos no es otra cosa que lucha de fuerzas sociales.

Desde el mismísimo 17 de octubre del '45 han surgido diversos estudios teóricos de lo que es y significa el peronismo; como también existe toda una gramática de la sabia interpretación popular de los que es o debería ser ese movimiento. Incluso si se revisa la gran biblioteca argentina se encontrarán textos de ficción que abordan, explican, enfrentan y discuten con el peronismo.
Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Leopoldo Marechal, Ricardo Carpani, Germán Oesterheld, Paco Urondo, Rodolfo Walsh, Leonardo Favio, Miguel Ángel Estrella, Litto Nebbia, Juan Gelman, Juan Diego Incardona, son algunos de los artistas y creadores que están (o estuvieron) identificados con el peronismo. Hubo otros que lo repudiaron (o nunca lo comprendieron), como Borges y Bioy Casares ―disimulados bajo el seudónimo Bustos Domecq ensayaron la nominación de Perón como el monstruo―, Victoria y Silvina Ocampo, Beatriz Guido, Julio Cortázar.

De un lado y del otro están las interpretaciones. El crítico ruso Mijail Bajtin ha señalado que "todo signo es ideológico", y la ficción no escapa a este mandato. La representación que se trata en un relato, en un poema o en un ensayo se destaca por su densidad política, por su porosidad política, por el recorte y selección, por la construcción significativa que se hace sobre lo real. En consecuencia, así como hay una escritura, también hay una lectura desde algún lugar. En términos políticos, sociales y culturales, no puede haber un no-lugar; ni siquiera en la imagen o postal desideologizada con que invistió Durán Barba a Mauricio Macri puede decirse que no hay política, que no hay relato. Aunque no pueda atársela a una tradición, siempre existe el punto de vista, siempre hay toma de posición. Los modelos nos anteceden, estamos en deuda con el pasado.
La ficción despliega sus propias posibilidades de expresar el desarrollo histórico. Actualmente, en Latinoamérica, se ha regresado a las mejores tradiciones de lucha, aquellas que fueron emprendidas por nuestros próceres, en las cuales se dirimían los destinos de la patria; y donde aún se disputa la orientación y la hegemonía para redactar la historia oficial.
Desde los monopolios mediáticos (que fueron las herramientas eficaces para la instalación del neoliberalismo) se enrostra diariamente la división entre los argentinos, cargándose al "hecho agonístico" a un proyecto político que decidió terminar con su tutela, con el ejercicio del poder por medio de los grupos de la economía concentrada. Y esta batalla sólo podía darse desde la base filosófica del peronismo, junto a las fuerzas progresistas, apropiándose otra vez de un relato que constituye ese subsuelo de la patria sublevada, esa patria cimarrona, esa patria de cabecitas negras.
Desde la época de la independencia se suceden las divisiones, las disputas de espacios de poder; la historia mitrista ―dominante desde la Generación del '80― también fue impulsora de estas diatribas, y las llevaron más allá con un genocidio étnico (el proceso de organización nacional), asesinaron a "nuestros paisanos los indios" (título de un libro del antropólogo Carlos Martínez Sarasola, que parafrasea una consigna de José de San Martín: "…y sino andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios: seamos libres, y lo demás no importa nada"), y el método se repitió contra anarquistas y socialistas a comienzos del siglo XX, y con mayor virulencia se persiguió al peronismo: bombardeos, fusilamientos, secuestros, torturas y desapariciones (proceso de reorganización nacional). Es una cabal muestra de la incomprensión y del odio al peronismo. Sin embargo, después de todos esos sucesos los protagonistas, que representan a diferentes sectores, bregan por obtener la primacía tanto social y política como cultural.

La aparición del peronismo a mediados del siglo XX reforzó la tendencia a enunciar la situación del país separada en dos grupos antagónicos. Tuvo y tiene sus intelectuales orgánicos, porque al decir de Edward Said, la cultura es un campo de batalla, y en ese espacio se resuelven las orientaciones simbólicas, estéticas, históricas. Sin embargo, y más allá de los estereotipos y de cierta iconografía fijada en el imaginario colectivo, el peronismo no sólo se hizo presente en la realidad, en la política, sino también en la misma literatura; sea para ensalzarlo o denostarlo.
Son muchos los interrogantes que la literatura les plantea al escritor y al lector, sobre todo cuando en cada uno de los géneros se cuelan historias y personajes que vienen seleccionados del material de lo que llamamos realidad. Porque como dijera el General: la única verdad es la realidad; la que puede ser multiplicada, con variaciones, a través del artificio literario.


Listado incompleto de libros o textos relacionados con el peronismo

Novelas
Rodolfo Walsh. Operación masacre. Editorial: Sigla, Buenos Aires, 1957.
--------------------. ¿Quién mató a Rosendo?. Editorial: Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1969.
--------------------. Caso Satanowsky. Editorial: De la Flor, Buenos Aires, 1973.

Beatriz Guido. El incendio y las vísperas. Editorial: Losada, Buenos Aires, 1964.
------------------. Rojo sobre rojo. El secuestro de un general. Editorial: Alianza, Buenos Aires, 1987.

Tomás Eloy Martínez. La pasión según Trelew. Editorial: Granica, Buenos Aires, 1973.
---------------------------. La novela de Perón. Editorial: Legasa, Buenos Aires, 1985.
---------------------------. Santa Evita. Editorial: Planeta, Buenos Aires, 1995.
---------------------------. Las memorias del General. Editorial: Planeta, Bs. Aires, 1996.
---------------------------. Las vidas del General. Editorial: Aguilar, Buenos Aires, 2004.

Luisa Valenzuela. Cola de lagartija. Editorial: Bruguera, Buenos Aires, 1983.

Osvaldo Soriano. No habrá más penas ni olvido. Editorial: Bruguera, Bs. Aires, 1983.

Mempo Giardinelli. Que solos se quedan los muertos. Editorial: Sudamericana, Buenos Aires, 1985.

Martín Caparrós. No velas a tus muertos. Editorial: De la Flor, Buenos Aires, 1986.

Sergio Joselovsky y Dalmiro Sáez. El día que mataron a Cafiero. Editorial: Puntosur, Buenos Aires, 1987.

Jorge Andrade. Proyección en 8 mm y blanco y negro, durante una reunión de familia, un sábado a la tarde. Editorial: Muchnik, España, 1987.

José Pablo Feinmann. La astucia de la razón. Editorial: Alfaguara, Buenos Aires, 1990.

Federico Jeanmaire. Una virgen peronista. Editorial: Norma, Buenos Aires, 2001.

Osvaldo Bazán. La más maravillosa música (una historia de amor peronista). Editorial: Perfil Libros, Buenos Aires, 2002.

César Aira. El tilo. Editorial: Beatriz Viterbo, Rosario, 2003.

Juan Diego Incardona. El campito. Editorial: Mondadori, Buenos Aires, 2009.

Cuentos
Osvaldo Lamborghini. "El niño proletario", 1973.

Sergio Olguín (Editor). Perón Vuelve. Cuentos sobre el peronismo. Editorial: Norma, Buenos Aires, 2000.
  • Julio Cortázar. "Casa Tomada", en Bestiario, Editorial: Sudamericana, Buenos Aires, 1969.
  • Germán Rozenmacher. "Cabecita negra", Editorial: Ediciones de la Flor S.R.L., Buenos Aires, 1997.
  • Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges. "La fiesta del monstruo", en Nuevos cuentos de Bustos Domecq en Obras Completas en colaboración, de Jorge Luis Borges, Editorial: Emecé, 1979.
  • David Viñas. "La señora muerta", en Las malas costumbres, Editorial: Jamcana, Buenos Aires, 1963.
  • Ricardo Piglia. "Mata Hari 55", en Invasión, Editorial: Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1967.
  • Félix Luna. "Cura sin sotana", en La noche de la alianza, Editorial: Ziur, Buenos Aires, 1997.
  • Osvaldo Soriano. "Gorilas", en Cuentos de los años felices, Editorial: Norma, Buenos Aires, 1999.
  • Abelardo Castillo. "Los muertos de Piedra negra", en Cuentos crueles, Editorial: Seix Barral, Buenos Aires, 2000.
  • Rodolfo Walsh. "Esa mujer", en Los oficios terrestres, Editorial: Ediciones de la Flor S.R.L., Buenos Aires, 1986.
  • Rodolfo Enrique Fogwill. "La cola", en Música japonesa, Editorial: Belgrano, Buenos Aires, 1982.
  • Néstor Perlongher. "Evita vive", en Prosas profanas, Editorial: Colihue, Buenos Aires, 1997.

Juan Diego Incardona. Villa Celina. Editorial: Norma, Buenos Aires, 2008.

Mariano Blatt y Damián Ríos. Un grito de corazón. Editorial: Sudamericana-Mondadori, Buenos Aires, 2009. 
  • Juan Diego Incardona. "PV".
  • Alejandro Caravario. "El elegido".
  • Juan Terranova. "Algunos personajes y situaciones que no deberían formar parte de un cuento sobre el peronismo".
  • Timo Berger. "El pichicho".
  • Martín Rodríguez. "Monzón no palma".
  • Sonia Budassi. "La medida".
  • Federico Leguizamón. "Mula plateada de Perón".
  • Leonardo Oyola. "El fantasma y la oscuridad".
  • Luciano Lamberti. "Comido por las hormigas".
  • Carlos Godoy. "Ovejero".
  • Santiago Llach. "Talampaya".
  • Tatiana Depetris. "San Vicente".
  • Diego Sánchez. "Una nación de surfistas".

Poesía
Leonidas Lamborghini. El saboteador arrepentido. Editorial: El Peligro Amarillo, Buenos Aires, 1955.
----------------------------. Las patas en la fuente. Editorial: Perspectivas, Bs. Aires, 1965.
----------------------------. Perón en Caracas. Editorial: Folios, Buenos Aires, 1999.

Carlos Godoy. Escolástica peronista ilustrada. Editorial: Funesiana, Córdoba, 2007.

Ensayo
Andrés Avellaneda. El tema del peronismo en la literatura argentina. Editorial: Urbana/Illinois, University of Illinois at Urbana-Champaign, 1973.
-----------------------. El habla de la ideología. Editorial: Sudamericana, Bs. As., 1983.

Ernesto Goldar. El peronismo en la literatura argentina. Editorial: Freeland, Buenos Aires, 1971.

María José Punte. Rostros de la utopía. La proyección del Peronismo en la novela argentina de la década de los 80. Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA), Pamplona, 2002. 
-----------------------. Estrategias de supervivencia. Tres décadas de Peronismo y literatura. Editorial: Corregidor, Buenos Aires, 2007.

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