domingo, 24 de junio de 2007

Macri y la fiesta del marrano

En cada convocatoria a elecciones los candidatos que representan a los partidos dirimen una toma de posición respecto al ordenamiento y el funcionamiento del estado. En dicho debate se discuten políticas que deberían posibilitar constituir la comunidad organizada, en cuyo seno podrá realizarse cada uno de sus habitantes. En esta participación se entrecruza lo público y lo privado, y se despliegan, también, factores concatenantes como divergentes del imaginario social, ideas de laboratorio que se retroalimentan con el sentido común y el sentir de las bases, cuya aplicación regurgita tanto en los sectores hegemónicos como subalternos, en las instituciones estatales como de la sociedad civil. Es decir, nadie ni nada posee neutralidad, siempre existe un interés que moviliza: sea económico, sea ideológico, etc.
  • Bertoldt Brecht escribió: "El peor de los analfabetos es el analfabeto político. El no escucha, no habla, ni participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pescado, de la harina, del alquiler, de los zapatos y el de los remedios dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan bruto que se enorgullece inflando el pecho diciendo que odia la política. No sabe el imbécil que de su ignorancia política nacen las prostitutas, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos, que es el político embustero, el corrupto lacayo de los explotadores del pueblo."
El electorado que opta por este o por aquel representante continúa con sus contradicciones, pareciera no comprender lo que sucede en el mundo y mucho menos el proceso iniciado en Latinoamérica. Y no es por falta de formación, sino que lamentablemente desde ciertos lugares se realiza un trabajo minucioso de desideologización, vaciando de contenido a los canales en que la gente podría informarse y convertirse en pensadores críticos. Los multimedios mucho no aportan en esta perspectiva, prefieren la fiesta y el carnaval de la farándula, la banalización de la cultura, el síntoma decadente del posmodernismo, un sujeto que no es espinoso sino maleable, de conducta dócil y orientado hacia el consumismo. Los mass media operan a conveniencia porque también tienen sus propios entripados; se asemejan a la metáfora planteada en la canción de Los Redondos: "Las minitas (los medios ene ste caso) aman los payasos y la pasta del campeón". No seamos inocentes, La Nación, Ámbito financiero, Radio 10, forman opinión y tienen una audiencia amplia, pues ante un análisis no muy profundo es posible interpreatr en sus enunciados cómo comulgan con el más vetusto y reaccionario campo intelectual y elitista que subsiste aún en la Nación.
Los ciudadanos descreen de la política como herramienta constructiva; piden y exigen cambios a través de su voto, pero resulta que han terminado encaramando en el poder al sector más conservador del país, en donde confluyen los capitalistas, los religiosos, los militares, y los cuadros ideológicos que quedaron fuera de la estructura de los partidos tradicionales. Y estos personajes nefastos merecen un párrafo aparte, porque hoy intentan captar la atención de las voluntades descontentas e independientes para volver a situarse en una relación negociadora con la hegemonía y así usufructuar los espacios que haya disponible para poder seguir cobrando. Hay que desenmascararlos y decirlo de una vez, basta de hipocresía, de filosofía barata y zapatos de goma, no cabe duda de que formar parte de la oposición en la Argentina también es un carrera rentable.
En cuanto a los dividendos del ballottage no hay mucho que indagar: se perdió; deberá analizarse y sopesar los aciertos y los errores en esta compulsa. Algunos insidiosos ya especulan que habrá de incidir en las elecciones nacionales de octubre; y a esto hay que evidenciarlo y relacionarlo con lo expuesto líneas anteriores, porque le echan mano a esa posibilidad aquellos que quieren seguir cobrando sueldos opulentos en determinados puestos políticos.
Compañero Daniel Filmus, humildemente lo felicitamos desde La Pampa, lo estrechamos en un abrazo y levantamos los dedos en "V" porque una derrota no nos detiene, nos otorga más ímpetu para seguir con las luchas iniciadas en la década del 40 del siglo pasado. Decimos que hay que seguir trabajando cotidianamente, el objetivo es claro y el horizonte de expectativa es reforzar la tendencia, para poder estar en consonancia con los integrantes del MERCOSUR, revalidando la postura política de Chávez, de Castro, de Evo Morales y sumar la de Cristina como la referente que haga sintonizar a la Argentina con estos líderes políticos.
La única verdad es la realidad dijo el General y para ello hay que dejar que la cosa decante, sólo habrá que esperar a que Macri defraude a los porteños, así como lo hiciera el gobierno progresista de la Alianza con el incompetente Fernando de la Rúa a la cabeza. Lo que sí es que se habrá perdido un tiempo sustancial y valioso, pero no es posible torcer el curso que llevamos, es necesario de que continúe la proyección económica actual y que la distribución de la riqueza llegue a más bolsillos, al de los más humildes y que no se sucede a gran escala hoy en día, además de apostar fuertemente a la consolidación del bloque latinoamericano. Pero no es azaroso lo que sucede, esta reyerta en capital y el sur tiene antiguos y ocultos corolarios, es que la derecha desde hace tiempo moviliza y convoca a sus agentes para desestabilizar este gran proyecto que involucra a varios países de Sudamérica. No hay que olvidar que el Imperio en cualquier momento viene a apropiarse de nuestros recursos naturales. La ideología neoliberal que identifica y emparenta a Mauricio Macri y Roberto Lavagna, los convierte en funcionales a ese objetivo pro-yanqui.
Los socialistas y comunistas han respondido del modo que nos tienen acostumbrados, pues la izquierda ha vuelto a jugar junto a quien se siente asociado, siempre lo han hecho así y no hay excusas ni justificaciones, la historia los condena, y se sumaron un vez más al sector que reúne a los antiperonistas. Estos seudoprogresistas responden y reafirman sin medias tintas el viejo estigma de oponerse a los movimientos populares, y esa postura antinacional los ha destacado siempre en la política argentina. Vale exponer estas líneas de Evita: "Y conste que cuando hablo de oligarquía me refiero a todos los que en 1946 se opusieron a Perón: conservadores, radicales, socialistas y comunistas. Todos votaron por la Argentina del viejo régimen oligárquico, entregador y vendepatria."
Ahora, los que han triunfado y los que están esperando un lugar en el carrito del vencedor tratarán de negociar, de juntar las viejas fuerzas, para formar otra "alianza" y tener chances de hacerse del poder, y de ese modo desmantelar, como lo han hecho en otras oportunidades, la esperanza de los sectores sociales más desprotegidos del país.
Aunque la victoria les sonría este domingo y procuren extenderla lo máximo posible en el transcurso de la semana para influir al pueblo, es sabido que no pueden levantar la mano, no pueden venirnos con discursos demagógicos, porque el pasado los delata y ya se escaparon varias veces antes de culminar el mandato. Con su prédica y conducta prometieron dignificar a la Nación y cada vez que gobernaron nos sumergieron en crisis más graves, y los peronistas tuvimos que salir a poner el pecho, a lidiar y construir un país posible para todos.
Que los porteños, entre ellos los conservadores que siempre le dieron la espalda a la patria, no nos vengan a llorar cuando les privaticen y les vendan la ciudad autónoma. Que los fueguinos no crean que salvaron la patria porque una fuerza que es conducida por una mesiánica ganó una batalla, la data real es que nunca pudieron conseguir una predilección mayoritaria en los votantes.
Cuando se golpeen, cuando se lamenten, sólo habrá que recordarles que ellos mismos impusieron el gobierno que se merecen.
Como decía Juan Domingo Perón: "Y ningún argentino bien nacido puede dejar de querer, sin renegar de su nombre argentino, lo que nosotros queremos cuando afirmamos nuestra irrevocable decisión de constituir una nación socialmente justa , económicamente libre, y políticamente soberana."

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