Por Marcelo Fernández Portillo
Entre fines de los '60 y mediados de los '70 los argentinos nos conmovíamos con la producción cinematográfica de un entonces joven director. Fernando "Pino" Solanas, que de él se trata, fue el responsable de dos películas de cine militante que marcaron la época: La hora de los hornos y Los hijos de Fierro. En ese entonces, yo era un niño, de modo que a ambas pude verlas recién con el retorno de la democracia.
Entre fines de los '60 y mediados de los '70 los argentinos nos conmovíamos con la producción cinematográfica de un entonces joven director. Fernando "Pino" Solanas, que de él se trata, fue el responsable de dos películas de cine militante que marcaron la época: La hora de los hornos y Los hijos de Fierro. En ese entonces, yo era un niño, de modo que a ambas pude verlas recién con el retorno de la democracia.
Particularmente, la segunda me impactó mucho, de modo que no puedo menos que exaltarme ante lo que se presenta como la próxima producción de Pino, y que sería ni más ni menos, la continuación de Los hijos de Fierro.
Estoy hablando concretamente de Los Cara de Fierro, la que según adelantan allegados a la producción será protagonizada por el ahora anciano cineasta; el guión (siempre según la fuente citada) será elaborado en colaboración con técnicos del FMI, funcionarios despedidos de Lehman Brothers, delegados de la Internacional Socialista y telemarketers de Greenpeace, para que quede bien en claro la vocación de apertura e institucionalidad del director con botánico apodo.
Como es de esperar, a un protagonista excedido en años y balbuceos izquierdistas, le corresponderá una heroína a tono (naranja): Elisa Carrió, quien en el film equilibrará los desvaríos extremistas de Pino con advocaciones a la virgen. Con ella emprenderán (según reza un esbozo de gacetilla) una lucha encarnizada contra toda forma de "autoritarismo", "atropello contra las instituciones", "excesos del populismo", y a favor de la "libertad de expresión" de los medios que informan objetivamente a la población y que en los últimos tiempos le ha dado generosos espacios a los ditirambos petrolíferos de Pino y a los vaticinios apocalípticos de la amazona anaranjada, así como también defenderán a capa y espada la supervivencia de la "Arcadia agro-ganadera" que se ve en peligro de desaparición por la voracidad totalitaria.
Como en toda producción que aspire a la proyección internacional, en Los Cara de Fierro el mal estará encarnado por un villano; aquí, la mano petro-mineral de Pino construye un personaje a la medida: Cleto, que será al principio un felón, pero hacia el final se convertirá en felón, rufián y pusilánime, trabando amistad con la pareja protagonista y, ya los tres juntos, saldrán a combatir a la verdadera encarnación del mal: Néstor y Cristina.
Este intrépido trío Cara de Fierro también saldrá en defensa de una joven "esperanza blanca", cercada en un banco por la furia populista que le exige la entrega de reservas. Es aquí en donde Solanas introduce otra escena memorable: la noche inmediata al rescate del rubio mancebo, el protagonista sueña y en el sueño grita que "no debe pagarse la deuda", "la deuda es ilegítima"; y entonces, entre gran cantidad de humo (como en El exilio de Gardel o Sur) se entrevé la gruesa figura de la heroína, quien le retruca: "Pinito, la deuda debe pagarse, pero no con excedentes de reservas, sino recortando partidas presupuestarias destinadas por los demagogos a motorizar la economía con obra pública, fomentar el crédito, la salud, el trabajo y otras sandeces…", Pino frunce ligeramente el ceño, pero luego de un instante de vacilación, se ilumina, corre al abrazo redondo de Lilita, quien acompaña al "filmmaker" hasta Tribunales, a fin de demandar penalmente a "la madre de todos los males". Fin del sueño y de la escena.
En fin, según escuché por infidencia de un asistente, el final de Los Cara de Fierro queda abierto, supongo que especulando con la secuela Los Cara de Fierro II.
Aquietado mi entusiasmo inicial, no sé si la película de marras tendrá aceptación entre el público. Lo que doy por seguro es que tendrá eco y éxito rotundos en la prensa.
3 comentarios:
muy bueno el guion! ahora en serio, cada vez se parece mas a carrio, falta que vaya a la cama solar. Se dio cuenta que su negocio es correr siempre el arco y criticar al gobierno por izquierda, asi tiene su cuota de aparición en los multimedios oligopolicos y convence a los boludos que lo votan por que las pelotudeces q dice les suenan bien. saludos
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Buenísimo el título.
Realmente me impresiona la claridad del Sr.Marcelo, quien despoja de las mascaras que utilizan muchos de nuestros seudosrevolucionarios. Un fuerte abrazo compañero.
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