[Movimiento Evita - La Pampa] La presidenta Cristina Fernández desistió de viajar a China y los improperios de la oposición no han dejado de repetirse por los mismos medios monopólicos de siempre, buscando desgastar una decisión soberana y que resguarda la institucionalidad argentina.
Ha quedado claro que Cobos Iscariote no es confiable y diez días son demasiado tiempo para un traidor que quiere ser presidente antes del 2011. Sin embargo la estrategia del mendocino, acicalado por el Grupo Clarín a través de la mano negra de Magnetto, refracta no sólo la especulación del vicepresidente sino su cobardía y falta de lealtad.
Hace un tiempo coincidieron Cobos, Menem, Duhalde y su esposa, en ciertas apreciaciones en cuanto a la "seguridad" y la utilización del ejército; y ayer el ex presidente (que se tuvo que ir, también, después del asesinato de los militantes Kosteki y Santillán) opinó desde El Salvador, poniendo énfasis en que se humilla a las Fuerzas Armadas con los juicios a los genocidas.
Debe señalarse la peligrosidad de esta lectura y afirmación, porque concilia posiciones con las manifestadas, en parte, por el ex ministro de Educación de CABA Abel Posse y la propuesta de amnistía de Diego Guelar con los "carniceros humanos". Porque esto socaba o pretende desmerecer la ejemplar decisión que se tomó de llevar a jucio a los culpables del terrorismo de Estado, además de responsabilizar por la depredación que efectuaron, sin inmutarse, a cada uno de los partícipes de secuestros, torturas, apropiación de bebés y vuelos de la muerte.
En las declaraciones Duhalde transparentó que no le importa la lucha que han llevado durante todos estos años las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Agrupación Hijos, y pareciera de que no quiere justicia por los 30.000 detenidos-desaparecidos. Con dicha postura queda evidenciada su alianza con la derecha y seguro que si continúa con el delirio presidenciable tendrá a su favor "la mejor policía del mundo".
El caso testigo es el golpe de Estado en Honduras, que se legitimó a través de un golpe blando, encubierto en una supuesta crisis institucional. Duhalde propone estas opciones después de reunirse en Norteamerica con Henry Kissinger, el padrino de las dictaduras latinoamericanas. No hay que analizar demasiado para comprender las implicancias, pues el hombre de Lomas de Zamora necesita de la pata militar para hacerse del poder, porque los votos le serán esquivos si se llegara a postular.
Hay que estar alerta y en estado de movilización permanente. No sea cosa de que nos suceda como al compañero Mel Zelaya.
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