Ninguna asonada contra los gobiernos democráticamente elegidos en nuestro país ni en otro de nuestro continente, fue encarada sin el consentimiento, el apoyo, la provisión de víveres e incluso garantía de la retirada en caso de fracaso, de parte de la embajada de los Estados Unidos.
El 15 de Diciembre cuando el Virrey norteamericano Valenzuela lanzó sus criticas a la seguridad jurídica de la Republica Argentina, y se reunió con un selecto grupo de opositores al gobierno nacional (sólo Francisco de Narváez, Mauricio Macri y Julio Cobos), dió la aprobación, la señal de largada y seguramente las instrucciones para al nuevo intento golpista en nuestro país.
La conspiración ya está declarada y denunciada por el propio Néstor Kirchner en la entrevista que recientemente le hiciera Horacio Verbitsky, y por la presidenta en sus últimas apariciones públicas. Los conspiradores también están identificados. La renuncia al viaje a China muestra claramente que la el gobierno nacional ha tomado plena conciencia de que el golpe está en marcha.
No debemos perder más tiempo debatiendo sobre esto entre nosotros, aunque debemos discutirlo con los sectores del campo popular que aun no logran ver esta situación, como ocurrió ante la 125, donde para justificar sus votos No Positivos, manifestaban que el movimiento destituyente que tan claramente desnudara Carta Abierta en esos momentos de confusión, era un invento y una maniobra de Néstor Kirchner para juntar adeptos.
Ahora ya no podemos tener más dudas sobre esto y no tenemos que demorarnos en reaccionar. Debemos comenzar a obrar sobre la certeza de que el golpe está ocurriendo y que no se trata solo de la reacción al Juicio de la Esma como anticipó Kirchner que ocurriría.
Han apurado la definición por el temor a la enorme capacidad de recuperación demostrada por el gobierno a los golpes asestados con la 125, con las elecciones del 28 de Junio y con la repartija de cargos colegiada en Diputados el 3 de Diciembre, y por la visualización de la incapacidad de estructurar una oposición unificada ya que su cohesión es inversamente proporcional al tiempo que falte para la definición de las candidaturas.
En el bunker golpista saben (ellos mismos pronostican un crecimiento del PBI superior al 3% para el 2010), que la recuperación económica mundial generará condiciones favorables al desarrollo de la economía en nuestro país y que eso redundará en un mayor apoyo social al gobierno, que en realidad solo precisa juntar 8 puntos en dos años para ganar sin balotage.
Por ello su desesperación contra el Fondo del Bicentenario, al punto de hacer jugar a Pérez Redrado, quien hasta ahora aplaudió el pago de deuda con reservas, y tener que mostrar ya desembozada la genuflexión de la justicia procesista, para generar el embate que estamos viviendo.
Son conscientes de que en una economía que crece, el superávit fiscal aumenta y ello le da mas margen al gobierno para la acción social de fondo y si encima puede manejar la deuda sin recurrir a los ingresos corrientes, mas margen de maniobra tiene, en un año decisivo para las elecciones del 2011, sobre todo en la relación con los gobiernos provinciales.
Otro tema que los esta apurando es el desgaste de los medios adictos que van perdiendo eficacia a medida que van sobresaturando a la gente, que el gobierno mejora su estrategia comunicacional y que por otro lado, fomentados por la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual, comienzan a aparecer medios independientes, de los sectores populares, de los gremios, de cualquier tipo, que en definitiva van restando audiencia a la maquinaria mediática golpista.
Y seguramente también apuran los condenados en los juicios de lesa humanidad y sus entornos, que ven estas movidas como el fin de sus pesares; la Sra. Herrera de Noble, que se impacienta por el avance de la definición de la identidad de sus hijos apropiados; los mismos fondos buitres que saben que con garantía real los bonos suben y el gobierno puede negociar mejor, y por fin, los miserables mercenarios de la política que se están probando la banda presidencial para tener el privilegio de quedarse con los réditos que produce volver a fundir el país.
Los verdaderos directores de la orquesta saben por otro lado que la oposición es muy difícil que se aglutine llegado el momento de las definiciones de candidaturas electorales y prefieren la tesis del reemplazo de Cristina lo antes posible para que asuma Cobos Iscariote a fin de implementar los trazos principales de las políticas económicas neoliberales que la salida de la crisis de los países centrales requiere; la salida de UNASUR, el rompimiento con los gobiernos populares de América Latina; el encolumnamiento con Uribe, Alan García, Piñera, Micheletti, etc.
Y después ya les importa poco quien venga. Lo ocurrido en Honduras, la acción disgregadora en Bolivia, el golpe blando que están intentado en Paraguay, y lo que nunca dejaron de hacer en Venezuela, señala a las claras que esto viene en serio y que no se van a andar con chiquitas.
No hay que descartar, porque ellos no lo descartan, la posibilidad de atentar contra la misma vida de la presidenta, lo que les resolvería de plano la situación, ya que tienen el reemplazo servido.
Ante este cuadro tenemos que analizar algunas cuestiones que son importantes:
- Hay que plantear con gran firmeza e insistencia a nuestra dirigencia política, gremial, cultural etc, la constitución de un verdadero comité de defensa de la democracia a niveles nacional, provincial y local en cada pueblo o ciudad. Y si no lo hacemos con los dirigentes a la cabeza, lo hagamos a la peruca nomás, porque esto que hay que defender no es del gobierno, de los diputados, etc. Es de la gente y del futuro. No permitamos otro 55 ni otro 76 donde la reacción logró arrastrar a los sectores medios urbanos, a fuerza de propaganda, en contra de sus propios intereses.
- No hay que responder a las artimañas de fragmentación que es una de las principales políticas de los planificadores de esta movida, tal cual lo intentaron en Bolivia. Hay que suavizar las críticas a los demás sectores del campo popular y en todo caso esforzarse en hacerles comprender lo que está pasando y poner el eje en la derecha. Tenemos que denunciar a los actores principales pero sin atacar a su base política y social que en realidad es más ficticia que real, ya que es promovida desde los medios y no desde una organización real de la partidocracia.
- Hay que hacer todo lo posible para contrarrestar a la prensa y a los medios, ya sea con panfletos, pintadas, internet, mensajitos etc, tratar de pasarle por encima a Clarín y al resto de la derecha mediática tratando en esta etapa de denunciar el Golpe lo mas masivamente posible, como para por lo menos lograr instalar la convicción social de su existencia.No podemos dudar más de si se vienen o no se vienen. Hay que pensar en función de que están ya avanzados en el trámite y solo la movilización masiva y profunda de la gente lo puede parar.
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