En el monumento General Belgrano, sito en Av. Belgrano y Corrientes, de la ciudad de Santa Rosa (La Pampa) se llevó a cabo el acto recordatorio del bicentenario de la creación de la bandera argentina y otro aniversario de la muerte del Dr. Manuel Belgrano. Concurrieron autoridades nacionales, provinciales y municpales, docentes y alumnos. El intendente de Santa Rosa, Dr. Luis Larrañaga se dirigió a los presentes con estas palabras:
Desde la infancia nos identificamos
con los símbolos patrios. Los colores "celeste y blanco" que el Dr. Manuel
Belgrano eligió para confeccionar la bandera forman parte de nuestros primeros aprendizajes,
de los primeros garabatos que hacíamos en el cuaderno escolar. Por eso
atribuimos a la enseñanza y a los actos recordatorios del pasado un valor preponderante
en nuestra vida social, en nuestra vida pública. Porque cada conmemoración nos
relaciona con la historia del país, de la provincia, de la ciudad y, por sobre
todo, con nuestros próceres, con nuestros contemporáneos.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano estudia en
el Colegio de San Carlos y se instruye como abogado en las universidades
españolas de Salamanca y Valladolid. De regreso en Buenos Aires trabaja en el
Consulado, desde donde fomenta la educación y la capacitación de la gente para que
aprendiera oficios y pudiera aplicarlos en beneficio del país. Durante las
invasiones inglesas, en 1806, Belgrano se incorpora a las milicias criollas
para defender la ciudad; demostrado de esa manera la predisposición a
comprometerse por los destinos de la Patria. Es una figura importante en la
Revolución de Mayo e integra la Primera Junta, luego se le encomienda la
expedición al Paraguay. Aunque su formación había sido en el campo del Derecho
y la Economía, también tuvo destacada actuación en la estrategia militar,
triunfando en las batallas de Salta y Tucumán, también condujo el famoso éxodo
jujeño para debilitar a las tropas realistas. Belgrano participa activamente en
el Congreso de Tucumán, donde se declara nuestra independencia.
Es
encomiable su entrega por el bien común, fue un ejercicio constante en su vida.
El premio por los triunfos de Salta y Tucumán los destina a la creación de
cuatro escuelas en el norte del país, que, lamentablemente, nunca se llegaron a
concretar. Le exigirá hasta sus últimos días al Gobierno con el cumplimiento de
esa inversión. Belgrano muere el 20 de junio de 1920 en la extrema pobreza y en
una ciudad de Buenos Aires asolada por la guerra civil.
Manuel Belgrano fue uno de los más notables economistas de su tiempo, precursor del
periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y
la justicia social. Tales virtudes ameritan que le brindemos a lo largo y a lo
ancho de la Argentina este homenaje, que apreciemos en su justa medida y
difundamos esta historia de la que ha sido protagonista indiscutido. No cabe
duda de que su legado intelectual, su arrojo y valentía, su vocación altruista,
deberían ser considerados e instrumentados en la formación de los nuevos cuadros
políticos.
Los hombres como Belgrano ―llamados
a escribir la historia― siempre se anticiparon a la misma historia, a su tiempo, por eso a veces no fueron comprendidos, pues venían a construir
otro destino, a fundar otros horizontes todavía no vislumbrados. Los “dueños
del poder” ―como ha sido siempre― se opusieron y los calumniaban o
desacreditaban, porque en los sueños de los patriotas de la Revolución estaba
presente otra visión del país: una patria solidaria; una patria en que la
dirigencia fuera protectora de los derechos de sus ciudadanos, forjadora de un
destino común y defensora de la paz.
El historiador Felipe Pigna señala en
un artículo del año 2005 que:
"La otra historia ha condenado
a Manuel Belgrano a no ser. Belgrano no tiene día en el calendario oficial. El
día de su muerte es el Día de la Bandera. Y ya sabemos de la importancia que el
símbolo patrio adquiere entre nosotros más allá de los festejos deportivos y
las declamaciones patrioteras de ocasión. No nos han enseñado con ejemplos a
querer a nuestra Bandera. Ha sido violada y usurpada por los gobiernos
genocidas que han hecho abuso de su uso. Hay que recuperarla para nosotros, y
ésa es una tarea imprescindible pero larga. Mientras tanto, Belgrano sigue sin
ser recordado como se merece".
Sin
embargo, nuestra presidenta, Cristina Fernández, que además de preocuparse y
ocuparse en gobernar la Argentina, también le ha dado asidero a todas estas
luchas de recuperación de la memoria ―ejemplos son el Ente Público Espacio para la Memoria y para la
Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti o el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego―, y que hoy, desde esos espacios, se resignifica un relato que se
hallaba postergado, tanto el de los próceres que nunca encajaron en el proyecto
oligárquico que postergó y excluyó a las mayorías populares, como así también
el de cada uno de los compañeros y compañeras que se comprometieron
políticamente para cambiar la vieja matriz conservadora. En
ese sentido, el Gobierno Nacional mediante el decreto 292/2011, del 28 de
diciembre pasado, declaró al 2012 como el año en que se le brinde homenaje a Manuel Belgrano,
quien creó la escarapela, la bandera nacional y fue el organizador de la gesta
conocida como "éxodo jujeño"; y hoy estamos cumpliendo con ese alto mandato.
En
El Correo de Comercio del 19 de mayo
de 1810 se publicaban estas ideas de Manuel Belgrano:
"Por el contrario la
unión ha sostenido a las naciones contra los ataques más bien meditados del
poder, y las ha elevado al grado de mayor engrandecimiento, hallando por su
medio cuantos recursos han necesitado en todas las circunstancias o para
sobrellevar sus infortunios, o para aprovecharse de las ventajas que el orden
de los acontecimientos les ha presentado.
Ella es la única
capaz de sacar a las naciones del estado de opresión en que las ponen sus
enemigos, de volverlas a su esplendor y de contenerlas en las orillas del
precipicio: infinitos ejemplos nos presenta la historia en comprobación de
esto; y así es que los políticos sabios de todas las naciones, siempre han
aconsejado a las suyas que sea perpetua la unión, y que exista, del mismo modo,
el afecto fraternal entre todos los ciudadanos".
Nosotros,
imbuidos con los mismos objetivos y bajo la misma lógica, también reivindicamos
a estos patriotas ejemplares; sabemos que sólo podemos garantizar el
sostenimiento de este proyecto inclusivo, la ampliación de derechos y la
distribución de la riqueza, la libertad de prensa y de opinión, la
participación de los jóvenes, "unidos y organizados". Hemos
de reiterar en cada acto que organicemos, o que participemos, que vamos a ir replicando
cada una de estas acciones y convertirnos, de esa manera, en la herramienta que
necesita la política para concretar el destino de la Nación, de la Provincia y
de la Ciudad. Esto representa, en definitiva, el progreso y crecimiento de
Santa Rosa, el bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de cada unos de
los vecinos y de las vecinas.
Manuel
Belgrano sentenció: "No busco glorias, sino la unión de los americanos y la
prosperidad de la Patria"; podríamos parafrasearlo y decir que esta Gestión que
conduzco "no busca glorias, sino la unión de los santarroseños y la prosperidad
de la ciudad".
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