En el último número de diciembre el semanario Miradas al Sur dedicó el dossier "A la izquierda de qué... y de quién" para analizar en el campo político argentino una supuesta toma de posición de los partidos de izquierda. Acorde a la coyuntura y a la lucha que se está librando en estos momentos, y que comenzara un 25 de mayo de 2003 cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia y afirmó que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, con la conducción de Cristina Fernández.
Hoy algunas de las fuerzas que se dicen progresistas terminan sumando para la derecha tradicional, el enemigo sempiterno de las gestas populares. Por eso varios periodistas y militantes de los '70 ponen el dedo en la llaga y fundamentan por qué Pino Solanas y Proyecto Sur está más cerca de la oligarquía que del proceso de liberación, al igual que Libres del Sur, Macaluse, Micheli y asociados; es decir, todas las pymes zurdas que cobran por derecha: socalistas terratenientes, Vilma Ripoll, CCC, etc.
Ahora le toca al PO por las acciones que llevaron a cabo en la estación de Avellaneda, cortando el paso de los trenes, y que fue aprovechado por mercenarios del Pro y de Duhalde para generar desmanes en Constitución. Debido a que a esa hora unos 70.000 argentinos pasan por la estación para regresar a sus hogares, pensaron que habría una escalada de violencia que afectaría al Gobierno y así poder tumbarlo. Les salió el tiro por la culata, pero todo este 2011 hasta las elecciones van a seguir insistiendo para desestabilizar a la presidenta y al gobierno nacional y popular.
El historiador Norberto Galasso le escribe una carta pública al responsable del PO, Carlos Altamira, analizando el proceso en ciernes que viene de larga data, diciéndole y demostrándole cuál ha sido el enemigo a vencer y cómo la "izquierda" se está confundiendo de escenario y de adversarios.
Y esta semana Página 12 publica un artículo del profesor de política internacional Mario Toer sobre el trotskismo y las tendencias de izquierda en el país.
PD: Un dato importante brinda un lector de la Agencia Paco Urondo respecto a los Altamira: "LOS DEL PARTIDO OBRERO: no aclaren que su jefe, que se hace llamar Jorge Altamira es en realidad José Raúl Wermus, es hermano de uno de los editorialistas estrella de Clarín que se hace llamar Ismael Bermúdez y es en realidad Ismael Wermus y por eso salen con los tapones de punta contra la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, al declarar en dicho comunicado que la Ley de Medios lejos de democratizar la comunicación social apunta a otros negocios vía el monopolio estatal de los medios y a reforzar la regimentación de los trabajadores y de la opinión pública".
4 comentarios:
Quienes vivimos Mar del Plata a diario, y somos testigos de lo que es la Conducción de un Sindicato por el PO (el SOIP) que se comporta con los obreros del pescado tal y como se comporta Pedraza con las cooperativas truchas, sabemos de la "truchez" de estos dirigentes que en menos de quince dias, arriaron todas las banderas, y ya, no pudiendose escudar en la dialéctica y viendose obligados a gestionar,no dudaron en transar con los grandes pulpos de la Industria Pesquera, y continuar negreando a los trabajadores, y manejando sus asambleas con los mismos matones que venían de la época de Abdul Saravia.
Esa es la verdad de lo que Vermú oculta con su dialectica.
Nada dice de los trabajadores esclavizados por las multinacionales semilleras, ni el ni su amiga Vilma Ripoll pero claro, ellos son amigos de la SRA y todavía creen que Biolcatti es Mao...
8 de enero de 2011 18:55
Gracias Antonio por el comentario, así de a poco se va revelando con quiénes se juntan para operar y en contra de quiénes: los trabajadores.
Abrazo.
El SOIP dejo de estar conducido por el PO hace mucho tiempo, a través de una itnervencion fraudulenta del gremio.
La nueva conduccion es la que amro el negocio trucho de las cooperativas, que obviamente es enfrentado por la lista Bordo del SOIP (el PO y aliados)
Es interesante como la bloggosfera K no hace el mas minimo intento por someter a un examen critico este tipo de afirmaciones; pasan de uno a otro como si nada todas las falsedades. Por favor, seriedad, antes que nada, para no hacerle el juego a la derecha, confundiendo los sindicalistas honestos con los corruptos. A este efecto, recomiendo la lectura de la novela del compañero Walsh "Quien Mato a Rosendo".
Con la misma lógica, el autor de esta entrada de Blog publico las cartas de dos intelectuales K, sin publicar las respuestas; esa es una forma bien "de Clarin" de generar una polémica.
Andrés, si te referís la respuesta de Altamira a Gallaso, y que vuelve a responder de nuevo Galasso poniendo en evidencia la pobreza de la contestación del PO, no vale la pena reproducirla, porque no aporta nada para el debate, sino a las descalificaciones como lo hacen los periodistas clarinistas.
Galasso no acepta invitaciones de La nación o sentarse en la mesa de Mhirta; gran diferencia...
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