Estamos en una etapa de transición y los cambios de gobierno traen tensiones y, a su vez, reacomodamientos en el campo político. Los que están a punto de irse intentan sostenerse en los puestos de privilegio que han disfrutado durante el período de su nombramiento, y lo hacen a toda costa, porque no hay abandono sin pelea, además poseen una leve ventaja ante los advenedizos porque conocen el movimiento de la coyuntura. También están los otros que han pasado desapercibidos por la función pública, y para cierto status quo es conveniente que sigan ocupando el mismo lugar, debido a que no molestan ni aportan nada al conjunto. Es decir, pensando en términos políticos, y a sabiendas de que la hegemonía dominante de estas décadas es y ha sido de ascendencia peronista, y una verificación concreta es que se sostiene y legitima por el voto democrático de los ciudadanos, entonces, los interlocutores con el pueblo deberían conciliar y hacer cumplir las obligaciones y derechos de ambas partes, desde ya, en beneficio de este último, concretando lo que se ha llamado la "comunidad organizada".
Quizá unas de las áreas más neurálgicas sea el que corresponde a la prensa, considerando que su función primera es informar sobre los actos de gobierno, marcar la toma de posición ante los embates de las sociedades de discurso interesadas y la oposición, además de permitirle a las barriadas tener un medio de divulgación y debate, que siempre ha sido ajena y no le dan páginas en las publicaciones del capital privado. Por lo tanto quien se hace responsable debe tener consonancia con la ideología en el poder; es por eso que no puede ser un pato tuerto, sino, sencillamente, debe estar comprometido con la causa y tener en claro que asumió ese puesto de lucha para defender las banderas históricas y contribuir a la realización de las mayorías populares.
En este período de gobierno municipal (entiéndase Alcala) que culmina la dirección de prensa ha pasado sin pena ni gloria, para no resaltar que ha sido totalmente mediocre, inconsistente su presencia en el medio y, quizá lo peor de todo, es que en vez de respaldar a los voceros y hacedores del mismo signo, les jugó en contra, dándole la espalda en sus acciones y distribución de la publicidad. Así como se cumple con las grandes empresas de información con espacios publicitarios sustanciosos deberían tenerse en cuenta para el reparto también a las ediciones alternativas, considerando que no han sido determinadas sus líneas editoriales por los pulpos globalizados de la mass media. Y no sólo debemos enunciar esta equivocación, sino resaltar también que frente a un empobrecimiento de la acción política que se viene sufriendo bajo el influjo del posmodernismo, diezmada ante la ausencia de cuadros políticos, en consecuencia a la política la asumen vecinos con buenas intenciones, pero eso no alcanza para llevar adelante la misma. Ahora se hace patente en nuestra región capitalina la "prensa cholula", así de simple y tajante. En la próxima intendencia (entiéndase Tierno) de la ciudad de Santa Rosa estaremos, por la selección del perfil del director de prensa, sin duda, mucho más cerca del estereotipo Tinelli que del compromiso ideológico; y, observando el panorama de lo que se viene, es lo que realmente nos merecemos.
Quizá unas de las áreas más neurálgicas sea el que corresponde a la prensa, considerando que su función primera es informar sobre los actos de gobierno, marcar la toma de posición ante los embates de las sociedades de discurso interesadas y la oposición, además de permitirle a las barriadas tener un medio de divulgación y debate, que siempre ha sido ajena y no le dan páginas en las publicaciones del capital privado. Por lo tanto quien se hace responsable debe tener consonancia con la ideología en el poder; es por eso que no puede ser un pato tuerto, sino, sencillamente, debe estar comprometido con la causa y tener en claro que asumió ese puesto de lucha para defender las banderas históricas y contribuir a la realización de las mayorías populares.
En este período de gobierno municipal (entiéndase Alcala) que culmina la dirección de prensa ha pasado sin pena ni gloria, para no resaltar que ha sido totalmente mediocre, inconsistente su presencia en el medio y, quizá lo peor de todo, es que en vez de respaldar a los voceros y hacedores del mismo signo, les jugó en contra, dándole la espalda en sus acciones y distribución de la publicidad. Así como se cumple con las grandes empresas de información con espacios publicitarios sustanciosos deberían tenerse en cuenta para el reparto también a las ediciones alternativas, considerando que no han sido determinadas sus líneas editoriales por los pulpos globalizados de la mass media. Y no sólo debemos enunciar esta equivocación, sino resaltar también que frente a un empobrecimiento de la acción política que se viene sufriendo bajo el influjo del posmodernismo, diezmada ante la ausencia de cuadros políticos, en consecuencia a la política la asumen vecinos con buenas intenciones, pero eso no alcanza para llevar adelante la misma. Ahora se hace patente en nuestra región capitalina la "prensa cholula", así de simple y tajante. En la próxima intendencia (entiéndase Tierno) de la ciudad de Santa Rosa estaremos, por la selección del perfil del director de prensa, sin duda, mucho más cerca del estereotipo Tinelli que del compromiso ideológico; y, observando el panorama de lo que se viene, es lo que realmente nos merecemos.
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